
El Padre Oscar Alberto Clavijo Serna, misionero de La Consolata colombiano, después de estudiar Teología en Nairobi (Kenya), fue ordenado sacerdote en 1991, en su localidad natal y, desde entonces hasta diciembre del 2019, por 28 años, ha estado sirviendo, como misionero en Etiopía (África Oriental). En plena pandemia vuela de Bogotá a Turin para recibir su nuevo “lugar” de misión, la Casa Madre, junto a la tumba del Fundador, Bienaventurado José Allamano.
Por Oscar Clavijo*
Inicio de un camino
“Nací en Virginias, corregimiento de Puerto Berrio, en el Magdalena medio antioqueño. Estudié la primaria en la escuela Madre Laura de mi pueblo, lo cual, sin duda alguna, fue el inicio de mi vocación misionera, pues crecí escuchando a las Hermanas Lauritas hablar con entusiasmo de la misión. Gracias a ellas conocí a los misioneros de La Consolata en Medellin e inicié la formación en el Seminario Menor de Manizales en 1980. Estudios de filosofía en Bogotá; noviciado en Bucaramanga y estudios de Teología en Nairobi (Kenya). Fui ordenado sacerdote en 1991 y desde entonces hasta diciembre del 2019, por 28 años, estuve como misionero en Etiopía (África Oriental)”
En qué o quién ha encontrado sentido y dirección
“Desde mi juventud, he sentido en mi corazón que Dios me llamaba para vivir y anunciar su Evangelio, su Buena Nueva para la humanidad (Jesucristo). A través de los años esta motivación inicial se ha ido clarificando, purificando y concretizando, pero ese deseo de servir a Dios siempre ha estado presente como un hilo conductor. En este largo caminar, se ha ido haciendo cada vez más clara en mi conciencia la cercanía y la presencia de Dios a través de personas, circunstancias y acontecimientos.
Muchísimas veces reflexionando sobre mi vida, me viene espontaneo decir, parafraseando al salmista: “Si el Señor no hubiera estado conmigo…” (Sl 124, 2). La experiencia personal me ha enseñado a tomar en serio, a creer verdaderamente en la Palabra de Dios, repetida infinidad de veces en la historia de la salvación, que me dice: “No temas, porque yo estoy contigo” (Gen. 26:24). Entonces lo que ha dado sentido y dirección a mi vida es esa relación personal con Dios y el creer que mi vida es parte de Su proyecto de amor universal para toda la humanidad”.

Entre tantas tareas, dos que más le ha gustado
“Recuerdo con gratitud y gozo los años al servicio de la formación del clero local y de los jóvenes que deseaban ser misioneros de la Consolata. Siempre he pensado que los misioneros no nos quedamos para siempre en un lugar; entonces serán los sacerdotes locales quienes llevarán adelante la evangelización en una Iglesia Particular. Igualmente, en relación con la formación de Misioneros de la Consolata, para que un Instituto religioso pueda tener futuro en un determinado país necesita misioneros de ese lugar; son ellos quienes le ayudan al Instituto a echar raíces y producir frutos en esa cultura local”.
La evangelización, el contacto directo con las personas, fue para mí la experiencia más enriquecedora durante todos estos años de misión, aunque no siempre me fue posible por estar empeñado en otros servicios al Instituto. El desafío de tener que superar barreras culturales, lingüísticas y étnicas para poder relacionarme y compartir mi experiencia de fe, conllevó un proceso de transformación interior: intentar ver la realidad desde la perspectiva del otro, aprender a escuchar sin juzgar, apreciar los valores de culturas muy comunitarias, con sus fuertes lazos familiares y tribales y al mismo tiempo ver que estas culturas también necesitan del anuncio del Evangelio; por ejemplo, que sus identidades tribales exacerbadas y llevadas al extremo degeneran en tribalismo y conflictos étnicos, como está ocurriendo en este momento en Etiopia, que corre el riesgo de caer en una guerra civil”.
Dos obstáculos enfrentados
“Gestionar el conflicto al interno de la Comunidad Religiosa, en el ejercicio de roles de liderazgo (Superior Regional). Aunque pienso que no haya logrado superar este obstáculo con éxito, sí veo que, al menos, me ayudó a ser más realista sobre la naturaleza humana, presente en cada uno de nosotros, con sus luces y sus sombras.
Integrar, de manera armónica, en la evangelización el Anuncio del Evangelio y la Promoción social (proyectos de educación, salud, desarrollo, etc.). En un país donde hay grandes sectores de la población en condiciones de pobreza, la Iglesia no puede cruzarse de brazos y permanecer indiferente delante de las necesidades básicas de las personas; pero “no solo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios” (Mat. 4:4). La iglesia católica siendo menos del 1% de los100 millones de habitantes que, más o menos, tiene Etiopía, es en realidad una minoría minúscula. Sin embargo, muy activa a nivel nacional en los campos de la salud, la educación y el desarrollo estructural, en ocasiones en detrimento de recursos, personal y tiempo necesarios para la pastoral. Como representante del Instituto de la Consolata, no siempre me fue fácil equilibrar y armonizar estas diversas dimensiones de la evangelización”.

Un legado
“No lo llamaría legado sino, simplemente, un consejo de hermano: “Que todo lo que hagamos sea hecho en comunión con Dios”, para que nuestra vida y nuestras actividades den frutos que perduren. “El que permanece en mí y yo en él, ese da mucho fruto, sin mí, no pueden hacer nada.” (Juan 15: 5)”.
En síntesis
“Yo me considero un peregrino que por gracia de Dios me fue dada la oportunidad de compartir más de la mitad de mi vida con personas de otras culturas y naciones y en ese caminar juntos descubrí que Dios caminaba con nosotros, que su Espíritu nos explicaba las Escrituras, iluminando nuestras vidas, y que su Hijo partía para nosotros el pan, llamándonos a la comunión”.
*Oscar Clavijo es Misionero de la Consolata en Italia

Comunicazione
Torino 15 aprile 2021
Con la presente si desidera comunicare che il nuovo Superiore di Casa Madre è P. Oscar Clavijo. A lui pertanto ci si rivolge per qualsiasi necessità relativa alla Casa Madre e soprattutto per l’ospitalità. Quanti desiderano venire in Casa Madre, di passaggio o per rimanervi per un periodo più prolungato di tempo, sono pregati di rivolgersi a lui per averne conferma e per prendere i necessari accordi.
I suoi contatti sono:
casamadre@consolata.net
oscar.clavijo@consolata.net
cellulare: +39 389 004 7284
Qualora il Superiore non fosse raggiungibile, si lasci un messaggio alla portineria (reception): 011.4400.400 con il proprio numero di telefono o l’indirizzo di posta elettronica.
Grazie per l’attenzione. P. Piero Trabucco