MISIÓN EN AMÉRICA

BREVE HISTORIA

El Instituto de la Consolata nació en Europa para la misión del continente africano. Ante las necesidades de nuevas vocaciones e impulsados por el carisma de la misión “Ad Gentes” el Instituto abrió nuevas presencias en América y en Asia.

Los misioneros de la Consolata llegaron al continente en 1937, instalándose en Brasil inicialmente para hacer animación misionera y vocacional con el fin de enviar recursos humanos y económicos para las misiones en África. Pasados nueve años, en 1946, entraron en Argentina y, el mismo año, llegaran a Estados Unidos. En 1947, abrieron misiones en Colombia y Canadá. Desde 1949 tomó fuerza el “sueño americano”, con un impulso para que los países suramericanos siguieran trabajando la animación misionera y vocacional y asumiera algún territorio de misión en el mismo país: por ende, los misioneros en Argentina asumieron la responsabilidad del Chaco y Formosa; en Brasil, la prelacía de Río Branco (Roraima) y en Colombia el Vicariato de Florencia (Caquetá).

Desde los años 70 del siglo pasado se inició una nueva etapa de la presencia misionera en América, bajo la iluminación del Concilio Vaticano II y de las Conferencias de CELAM (Medellín-1968 y Puebla-1979), que con sus decisiones pastorales   impulsaron la misión, la formación y animación misionera y vocacional (AMV). Empieza a cambiar el rostro de la Congregación del continente que busca inculturar el carisma y reestructurar sus presencias en lugares de misión.

Desde ahí se va haciendo aperturas en Venezuela, (1971), Ecuador (1987), México (2008) y Perú (2011). Es importante resaltar que, desde la década de 1990, bajo la luz de los documentos del magisterio de la Iglesia y el camino del IMC, se busca reflexionar, asumiendo opciones consideradas afuera de lo “Ad Gentes”: los no cristianos, las periferias urbanas, las minorías étnicas y algunos servicios cualificados, con el deseo de fortalecer el camino junto a los pueblos latino americanos.

No es fácil hablar de un Continente Americano, sino de dos “subcontinentes” con diferentes historias, culturas, religiones, economía y política: En el  norte (Estados Unidos y Canadá) con sus lenguas y culturas inglesa y francesa y con una religión mayoritariamente de cristianos protestantes; y en el Sur (de México hasta   Argentina), también llamado América Latina, que adoptó las lenguas y culturas española y portuguesa, con una religión cristiana de raíz católica.

En torno a los años 2010, los Misioneros de la Consolata empezaron un proceso de encuentro e intercambio que condujo la elaboración del “Proyecto Misionero IMC del continente americano”, con varios elementos que unen y pueden unificar aún más la presencia y la acción en los dos “subcontinentes”, basadas en dos opciones, servicios específicos y valores trasversales.

Opciones: Amazonia, Pueblos Indígenas, Pastoral Afro, Pastoral Urbana, Periferias Existenciales, Educación, Migrantes, Justicia y Paz e Integridad de la Creación.

Servicios: Formación de base y continua, Animación Misionera Juvenil Vocacional, Economía e Comunicación.

Valores transversales: Justicia y Paz, Cuidado de la Creación, Diálogo Interreligioso, Pedagogía del Cuidado.

Aprenda más sobre cada uno de ellos:

OPCIONES MISIONERAS

SERVICIOS MISIONEROS

VALORES CRUZADOS