Un grupo de 16 misioneros de la Consolata que cumplían 25 años de ordenación sacerdotal y/o de profesión perpetua (para los hermanos), se reunieron en Roma del 4 al 31 de mayo de 2025 para un curso de actualización (formación permanente).
Tras evaluar la experiencia vivida juntos en Roma y Turín, los misioneros expresaron a través de un «Credo» lo que resumieron como los puntos más destacados de las enseñanzas transmitidas en el curso y que ahora se esforzarán por realizar en su proyecto personal de vida y estilo de evangelización. El credo fue recitado durante la misa de clausura del curso, presidida por el Superior General, pidiendo ayuda al Santo Fundador y encomendándose a la protección materna de la Consolata.
G25 Creemos
Creo en la PALABRA DE DIOS que nos ilumina, anima y guía en la VIDA CONSCIENTE, como PEREGRINOS MISIONEROS DE ESPERANZA.
Creo en la importancia y necesidad de la FORMACIÓN CONTINUA.
Creo en la VIDA CONSAGRADA, que es un DON de Dios para Su Iglesia, y que no es sólo una historia para ser contada, sino para ser escrita con el TESTIMONIO DE LA VIDA.
Creo en la urgencia de VOLVER A EMPEZAR DESDE CRISTO, con un nuevo compromiso, afrontando cada crisis como una oportunidad de GRACIA, manejando cada conflicto personal, interpersonal y comunitario con la misericordia de Jesucristo, Palabra viva de Dios que siempre está entre nosotros.
Creo en la CONSAGRACIÓN PARA LA MISIÓN AD GENTES, según el espíritu de JOSÉ ALLAMANO, nuestro SANTO FUNDADOR. La realizamos en la SANTIDAD DE LA VIDA, con renovado entusiasmo y celo, principalmente entre los no cristianos, los alejados y marginados.
Creo en el DIÁLOGO interpersonal, intercultural, ecuménico e interreligioso, para comunicar el evangelio de la dignidad humana integral.
Creo en la importancia de CUIDARME y con EMPATÍA, de todos aquellos que están solos, fatigados en las comunidades y compañeros de viaje por los caminos de la Misión.
Creo en la HERMANDAD y AMISTAD que hemos vivido estos días y que nos esforzamos por mantener rezando unos por otros.
Creo en la cercanía de la CONSOLATA, nuestra Madre y modelo de evangelización, que caminará con nosotros y nos apoyará en todas las dificultades, especialmente por intercesión de nuestro Santo Fundador, que aún hoy nos susurra: «AVANTI IN DOMINO».
Los participantes en el Curso G25, Roma, mayo de 2025
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