
El papa Francisco ha elegido la fecha 20 de octubre para proclamar Santo a nuestro fundador. En la parroquia “Maria Speranza Nostra” de Turín, Itália, inauguramos el domingo 27 de octubre «el primer rincón» dedicado a San José Allamano, siete días después de ser declarado por el Papa, modelo de santidad para toda la Iglesia.
Por Elmer Peláez *
En este ángulo hemos querido recoger los ejes principales de la canonización de José Allamano. En este espacio de nuestra iglesia parroquial queremos mostrar la labor de los Misioneros y Misioneras de la Consolata, el milagro de Sorino, y la vida y la misión de San José Allamano.

Esta obra fue realizada por Marcello Morello y por mi persona, a partir de varias ideas que recopilamos y quisimos plasmamos en este rinconcito de nuestra parroquia enfocado en San José Allamano y su sueño misionero. Un sueño que recorrió toda su vida, pero se pudo concretar en 1901 con la fundación de los Misioneros y en 1910 con la fundación de las Misioneras de la Consolata. La misión ad gentes entendida como consolación (Cf. Isaías 40,1-2) está en el corazón de este sueño: ilumina a sus misioneros y busca caminar hacia nuevos horizontes y realidades humanas necesitadas de verdadera consolación.
San José Allamano
La imagen del Santo es aquella que se colgó del balcón del Vaticano el día de su canonización. A él lo consideramos como un farol que permite que el carisma de la consolación alcanza a todos los pueblos y culturas y que el anuncio de la Buena Nueva llegue hasta los extremos confines de la tierra: “vayan y hagan discípulos entre todos los pueblos, bautizando en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñando a observar todo lo que les he mandado” (cf. Mt 28, 19-20). En la selva amazónica, en la aldea de los Yanomami, San José Allamano mira a Sorino y lo cura. Hoy, desde este lugar san José Allamano seguirá mirándonos y curándonos.

La misión
La mayor parte de nuestro «ángulo del Allamano» simboliza la misión que se extiende por todo el mundo: es la misión que inicia en una iglesia local y se extiende hasta abarcar a la iglesia universal. Es la misión de aquí, allá y más allá. La que responde a todas las necesidades profundas de una humanidad dispersa y herida.
La Consolata
Para San José Allamano la Consolata “es la Fundadora”. En el «rincón» está enmarcada dentro de la Eucaristía, con su santuario, como un Sol que ilumina la misión. La Consolata es la que nos consuela, la iluminada que nos ilumina.

El Milagro
El indígena Sorino Yanomami, el jaguar que lo hirió de muerte, la maloca (casa comunitaria) en la que vivía, el río Catrimani, todos ellos recuerdan un milagro que se vuelve símbolo de la misión ad gentes encarnada en la Amazonia brasileña en donde tuvo lugar ese hecho prodigioso.
Este ángulo de nuestra iglesia quiere ser un lugar de encuentro que establece un puente entre lo humano y lo divino, entre la natura y lo transcendental, entre la misión y el envío. El día en el que José Allamano fue reconocido en su santidad fue el día Mundial de las Misiones; toda su vida ha sido impregnada de labor y empeño misionero “Vayan por el mundo y proclamen el Evangelio a toda la creación” (Mc 16,15). Hoy la Iglesia lo ha propuesto a Él como modelo de santidad, un hombre de Dios, y desde este ángulo nos invita a reflexionar sobre nuestra misión en mundo.
* Padre Elmer Peláez Epitacio, IMC, parroquia Maria Esperanza Nuestra en Turín, Itália.