Padre Vittorio Iacovissi: Encuentros, desencuentros y reencuentros

Última comunidad de vida y misión conformada por los Padres + Vittorio Iacovissi, + Leovigildo Carlos y Oscar Medina, año 2025. Foto: IMC Colombia

Falleció en Manizales (Colombia), el 20 de agosto de 2025 el padre Vittorio Iacovissi, IMC. Tenía 85 años, de los cuales 54 de Profesión Religiosa y 59 de sacerdocio. Fue sepultado en la Catedral de Florencia (Caquetá) este sábado, 23 de agosto.

Publicamos algunos testimonios sobre la vida y la misión de este religioso italiano, enviados por sus cohermanos misioneros en Colombia, donde el religioso dedicó toda su vida como misionero de la Consolata entre los años 1970 y 2025.

Por Comunidad IMC, Región Colombia *

Qué bueno celebrar tu pascua padre Vittorio Iacovissi, nacido en Frosinone, provincia di Frosinone (Italia) el 27 febrero de 1940. Gracias por endulzarnos la vida y mantener la ilusión, que el Reino de Dios es ser como niños, que la grandeza de su amor consiste en los detallitos: gracias de corazón por esas “bombitas y esos dulcecitos”

El padre Vittorio fue ordenado sacerdote de la diócesis de Frosinone el 11 de septiembre de 1965 y, posteriormente, en 1969, ingresó en el Instituto de la Consolata. Realizó el Noviciado en Certosa di Pesio, donde emitió la primera profesión religiosa el 13 de septiembre de 1970, antes de partir como misionero en la Colombia. Hizo su profesión perpetua el 1 de marzo de 1974 en Puerto Rico.

El arzobispo de Florencia, Mons. Omar de Jesús Mejía Giraldo durante el funeral del padre Vittorio
Misionero de Corazón dulce

El testimonio de los misioneros que tuvieron la oportunidad de recibir el Espíritu de nuestro fundador San José Allamano, unánimemente reconocen de Él su “ternura, buen trato y amor paternal”. Este es, sin duda, el espíritu que configuró la vida de Nuestro querido padre Vittorio. Una manera muy particular de ser: austero de palabras, pero abundante en su forma de acompañar y servir a sus co-hermanos y a las personas de las comunidades, como un Padre generoso y providente. Dulce el corazón para el pueblo y los hermanos, el bolsillo repleto de dulces para los niños.

El funeral del padre Vittorio en la Catedral de Florencia (Caquetá)
Misionero atento y fiel, hasta el final

“Durante 55 años de recorrido misionero en Colombia, entre campesinos, indígenas, Afros y en las ciudades, sobre todo en su amada Caquetá, me impresionó siempre”, dijo el padre Benjamín Martínez, IMC, durante la Eucaristía de despedida en Florencia – Caquetá, que a pesar, de su humilde y silenciosa presencia, casi sin notarse, estuvo, en todo momento, atento a los detalles, como María en las bodas de Caná. Se inquietaba: “falta la pasta, falta la carne, faltan las berenjenas picantes en aceite de oliva, falta el salame, falta el queso, falta el buen vino, y finalmente, falta el helado y un postrecito”.  

Padre Vittorio en el camino querido por Dios. Video: Angelo Casadei

Para Vittorio, sus vacaciones, gozadas plenamente en Frosinone junto a su querida familia, eran también la ocasión para pensar en su gente y cohermanos en Colombia, que lo esperábamos, con ansias, no solo de amor fraternal, sino por verlo regresar, con sus maletas llenas de “cositas”. ¡Llegó Vittorio, llegaron los regalos! Verlo desocupar sus maletas era una alegria expectante. Lo hacía a uno volverse un niño. Uno entraba en “delirio gastronómico”, esto significaba que en los días venideros íbamos a gozar anticipadamente de las alegrías del cielo.

He escuchado historias de gratitud, conmovedoras hasta las lágrimas de muchos adultos, narrando como el P Vittorio les hizo una infancia más feliz: los dulces, las bombitas, la pesca milagrosa, el bingo, la película. Con Él había comida, fiesta, pero también regaño y educación. Su metodología, como la de Jesús, fue ganarse los corazones de los niños, incluso de adultos, ancianos y familias por igual, para hacer de la Parroquia una casa de acogida e ilusión,  para grabar en la mente y en el corazón de las personas que Dios, es el Padre bueno y misericordioso, tal como su Hijo Jesucristo reveló.

Padre Juan Pablo de los Ríos y padre Angelo Casadei durante un momento del funeral.
Gracias infantiles y adultas

Gracias sean dadas a Dios, por el don de la vida misionera del padre Vittorio, un digno hijo del Allamano, quien hizo “con las cositas ordinarias algo extraordinario”; quien se santificó día tras día “haciendo el bien y sin ruido”; quien vivió fiel a su consagración religiosa para toda la vida, teniendo a María Consolata como modelo y guía.

Han sido muchos los testimonios episcopales, gubernamentales, oficiales y populares, recibidos. Mensajes de condolencias, gestos de solidaridad y hasta felicitación por el don de la vida misionera del padre Vittorio, que de sacerdote diocesano se consagró misionero para el mundo entero.

Destinado a Colombia, acogió el mandato con sencillez, alegría, disponibilidad, generosidad y fidelidad. Llegó, permaneció y ahora aquí em paz descansa. Murió en Manizales y fue sepultado en Florencia – Caquetá. Con él también partió para la eternidad su hermana de sangre, María Iacovissi, a los 99 años.

El padre Venanzio Mwangi, IMC, Superior de la Región Colombia, agradece por tantos gestos de cercanía y consolación en Florencia, Manizales y tantos otros rincones de la geografía nacional.

Todos los que lo conocimos, tratamos o vivimos con el P. Victor, le agradecemos y le decimos: en el cielo nos vemos! Qué el niño que siempre habitó en el joven, adulo y anciano Vittorio nos inspire en este “Jubileo de la esperanza” que se llama VIDA.

* Padre Salvador Medina y misioneros de la Región IMC Colombia.