
La ciudad de las “Puertas Abiertas”, Manizales, en el eje cafetero de Colombia, recibió con calidez a los 14 misioneros del Continente América que desde el día 14 de julio realizan su curso de formación permanente para continuar la tercera semana de reflexión, a los pies del volcán nevado del Ruiz.
Por redacción *
Los misioneros, provenientes de Colombia, Brasil, México y Argentina, con entre 10 y 15 años de ordenación sacerdotal, y de diversas nacionalidades, hicieron las dos primeras fases del curso en Bogotá y Bucaramanga.

El viaje de 520 km entre Bucaramanga y Manizales se realizó a lo largo del inmenso paisaje del Magdalena medio colombiano, donde el grupo tuvo la posibilidad de admirar las sabanas junto al gran río Magdalena, y en sus últimos kilómetros la inmensidad de las montañas del Páramo de Letras a 3.677 metros sobre el nivel del mar, en la cordillera de los Andes. Al llegar a la casa de retiros y convivencias de la Fraternidad Misionera de la Cruz y Santuario de la Virgen de las Naciones ubicada en Villa María (Caldas), zona metropolitana de Manizales, el padre Maurice Awiti dio la bienvenida a los jóvenes misioneros para iniciar esta tercera semana de formación.
Encuentro con los mayores
El domingo 27 de julio los misioneros se desplazaron a la Parroquia de Nuestra Señora de Fátima, un icónico e imponente Santuario ubicado en una de las colinas de esta ciudad construido por el padre Gerardo Bottacin entre los años 60 y 70. El grupo fue acogido por el padre Adalberto López, párroco, y algunos colaboradores, que en un compartir fraterno hicieron un recorrido histórico y pastoral de esta presencia misionera.

Además, en esta comunidad se encuentran los misioneros mayores de la Región Colombia, quienes después de muchos años de misión residen en esta casa recibiendo todo tipo de atenciones concernientes a su estado de salud. Esto permitió la interacción entre estas dos generaciones con la riqueza de experiencias, espiritualidad y testimonios. Todo esto se encomendó a La Virgen María en la eucaristía presidida por el Consejero General, padre Juan Pablo de los Ríos, quien en la homilía enfatizó en la importancia de la oración.
La jornada concluyó con una visita guiada por los sitios más emblemáticos de la ciudad, entre estos la catedral basílica metropolitana de Manizales, en la cual el estilo gótico es dominante tanto en su estructura como en sus innumerables vitrales. Este templo fue declarado monumento nacional de Colombia en 1984.

Realidades misioneras
El objetivo de esta tercera semana formativa fue la de ofrecer instrumentos que ayude a los misioneros a reflexionar y profundizar sobre su quehacer como misioneros, a partir de nuevos aprendizajes y prácticas misioneras.
El primer día, a través de la virtualidad, fue dedicado a profundizar sobre algunas de las opciones misioneras de la Región Colombia, tales como la pastoral urbana a cargo del padre Jairo Calderon; la pastoral con afrodescedientes, cuyo, responsable el padre Elias Libanda, orientó a los misioneros en esta reflexión; y el padre Leonel Narváez en lo concerniente a la comisión de la Justicia, Paz e integridad de la Creación, además de la cultura del cuidado.

En el segundo día los misioneros ahondaron en la temática juvenil donde el objetivo era comprender y renovar métodos de acompañamiento para los jóvenes. Los facilitadores, dos laicos comprometidos en esta temática en la ciudad de Manizales con la fundación La Magia de los Sueños, partieron de la neuroeducación tricerebral como propuesta para acompañar y estimular la dimensión emocional de los jóvenes, lo cual fue complementado por los lideres del grupo juvenil “Locos por Cristo”, quienes compartieron con los misioneros algunas dinámicas de animación y reflexión para el trabajo con la juventud.
El tercer día dedicado a la identidad cristiana y a la profundización del ministerio sacerdotal, fue animado por el presbítero Rubén Darío García Ramírez del clero de Manizales quien desarrolló el tema de la reiniciación cristiana y la re-evangelización en clave sinodal. Además, la presentación fue enriquecida con la presencia de tres parejas de laicos quienes compartieron su experiencia en el proceso sinodal y su compromiso en la parroquia.

El cuarto día los misioneros se desplazaron al Gimnasio Campestre La Consolata, antiguo seminario menor y CAM de la Región Colombia. Actualmente esta institución educativa cuenta con alrededor 700 estudiantes y es recocido en toda la zona de Caldas. Este día fue muy especial para los misioneros pues tuvieron la posibilidad de interactuar con los estudiantes y docentes informándose sobre sus experiencias desde el proyecto educativo, el plan pastoral y algunas experiencias de misión acompañadas por el padre Maurice Awiti, capellán de la Institución y animador misionero de la zona de Manizales.
El quinto día fue dedicado a la pastoral, nuevas tecnologías e IA. La temática fue abordada por la Hna. Sandra Restrepo de las Hijas de San Pablo (Paulinas), quien respondió al objetivo de contextualizar la vida religiosa hoy desde los escenarios comunicativos actuales para compartir y sintetizar la experiencia carismática.

A nivel transversal durante toda la semana, los 14 misioneros tuvieron la posibilidad de compartir sus experiencias pastorales y misioneras arraigadas a lo largo de su ministerio sacerdotal resaltando algunas experiencias significativas, algunos logros y elementos que se valoran como positivos a nivel personal y para las comunidades en las que ha vivido el misionero; los mayores desafíos, obstáculos o dificultades vividas en el ámbito pastoral-misionero; y los propósitos y proyecciones hacia el futuro con el deseo de volver al corazón para relanzarme a la misión.
Un espacio para la memoria
Uno de los espacios más significativos de la semana en Manizales fue la eucaristía celebrada en memoria del padre José Martín Serna Jurado, fallecido en Brasil hace tres meses, con la presencia de su Sra. Madre y gran parte de su familia. Esta fue la oportunidad para recordar a los demás misioneros nacidos en Manizales que ya han partido a la Casa del Padre y aquellos que han partido recientemente en la Región Colombia.

Este fue un encuentro de familia porque además reunió a varias de las familias de los misioneros de la Consolata pertenecientes a esta ciudad colombiana. El padre Gabriel Oloo, quien compartió la misión con el padre Martín en Manaus ofreció un sentido testimonio resaltando las cualidades humanas y misioneras de nuestro misionero. Junto a esto, desde Brasil traía la tarea de ofrecer un abrazo a la madre de padre Martín, lo cual, en medio de un fuerte aplauso de la asamblea fue realizado.
Para la última semana del curso, del 2 al 8 de agosto, los misioneros regresaron a Bogotá, siempre motivado por el tema central: “Volver al corazón para relanzarse a la misión”.
* Equipo de Comunicaciones IMC América.