Misión y Educación

Gimnasio campestre La Consolata de Manizales

Una de las actividades que los Misioneros/as de la Consolata han implementado en los lugares de misión, desde sus orígenes, en todas las latitudes, ha sido la educativa.

Escuelas y colegios

Es común encontrar en los centros de misión, alejados y carentes, un puesto de salud, una escuela o colegio y un templo o capilla. En Colombia lo constamos en el Caquetá, el Putumayo, el Cauca, Cartagena de indias, Medellín, Manizales, Bucaramanga y Bogotá. Hoy la realidad ha cambiado pero la dimensión educativa de la misión, con una pedagogía y una espiritualidad típicamente misionera y de consolación-liberación continua y, de pronto, tal vez más activa, creativa y exigente. Y esto refiriéndonos solo a la educación formal, porque la educación informal y formación, sin aulas ni tableros o computadores, es dimensión transversal en todo proceso evangelizador.

Colégio José Allamano en Boagota.
Colegios de la Consolata

Los dos Institutos misioneros, masculino y femenino, cuentan con cuatro colegios, dos en Bogotá uno en Bucaramanga y otro en Manizales. Generalmente realizan tres encuentros anuales, inclusive virtuales durante el aislamiento causado por la Covid-19, con la participación de los Rectores, el Director general y algunos de los Docentes o Psicólogos, según el tema que se va a tratar.

Como estrategia se turnan los lugares del encuentro y, este año 2022, el 25 y 26 de marzo, le correspondió la anfitrionía al Gimnasio campestre La Consolata de Manizales, con su Rector José Marino Gallego a la cabeza, Algo especialmente emotivo e interesante porque, finalmente, iniciamos el año con la presencia de todos los estudiantes, después de dos años de incertidumbre, causada por la pandemia.

Tomando el pulso

Como de costumbre, se inició con un momento de oración y posteriormente cada Rector presentó la situación de su Colegio al iniciar el nuevo año, después de la cuarentena y de las clases virtuales. Escuchando cada exposición encontramos estos aspectos comunes:

  1. Todos los Rectores se lamentan de la situación en la que ingresaron los estudiantes, tanto desde el punto de vista convivencial como el académico. Convivencialmente constatamos un aumento de indisciplina, de resistencia a la observación de las normas y de mucha falencia socio-emotiva en la gran mayoría de los estudiantes. Quizás el Colegio se está volviendo un desahogo después de tanto encierro, pero sin capacidad de controlar las emociones. Esto, con frecuencia, genera situaciones de agresividad.
  2. Académicamente, una grata sorpresa la ofrece el nivel académico alcanzado por los estudiantes de grado once en las “Pruebas Saber” del año pasado, no obstante las clase virtuales. Los 4 Colegios, (tres del IMC y uno de las MC), según el ICFES, se ubicaron y se mantienen en la máxima categoría de A+, o sea Muy Superior.

Sin embargo, constatamos también que los estudiantes, en general, ingresaron este año con grandes falencias académicas, sobre todo los más pequeños ya que en la casa, con frecuencia, quienes participabas a las clases y hacías las tareas eran los papás.

Ahora la tarea es doble: recuperar poco a poco la capacidad de convivir en la disciplina y el respeto recíproco y gastar, con paciencia, varios meses para nivelar a los estudiantes académicamente.

  • Otro tema importante compartido fue el de la Pastoral educativa: tratándose de un tema difícil de desarrollar virtualmente, nos dimos cuenta que es mucho lo que hay que hacer para recuperar el ritmo, aunque nadie haya descuidado las actividades religiosas permitidas en la virtualidad.

Se constató que cada Colegio debe reorganizar el Equipo de Pastoral, compuesto por el docente coordinador del área de religión, otros docentes, estudiantes y padres de familia. Como cada Colegio tenía ya un proyecto de pastoral, ahora toca retomarlo y ajustarlo.

Los coordinadores de los Equipo de Pastoral deberán reencontrarse para tratar de organizar un proyecto común, teniendo como base el trabajo anterior, iniciado por la AMJV nacional, con su Proyecto pedagógico “Otro Mundo Posible”.

El Superior General durante la Visita Canónica, Colegio Campestre La Consolata de Manizales
Conclusión

Quizás, lo más importante de este encuentro fue el haber podido comunicarnos presencialmente y conversar de nuestras dificultades por fuera de la agenda.

En síntesis, podemos decir que, el encuentro fue enriquecedor para todos y nos ha dado nuevas energías para seguir en este hermoso trabajo de la formación de las futuras generaciones.

P. Luis Duravia Carretta, coordinador general de los Colegios IMC en Colombia