Mons. Lisandro Rivas: El agradecimiento obliga a salir

Visita del Obispo Auxiliar de Caracas, Mons. Lisandro Rivas, IMC, a la comunidad de Barlovento, el 4 de agosto en las parroquias de Caucagua, Tapipa, Panaquire y El Clavo.

Por Clemente Madeira *

El Obispo Auxiliar de Caracas llega a estas tierras de sinfonías y de tambor, lleno de emoción, para dar gracias y confirmar la fe en Cristo del pueblo afrodescendiente, luego de su tránsito por estas calurosas tierras como seminarista y sacerdote. Con su presencia se pudo constatar la alegría y la cercanía en el camino que se está llevando a cabo de la mano de los misioneros de la Consolata en Caucagua, Tapipa, Panaquire y El Clavo.

Es imprescindible destacar que Mons. Lisandro se constituye como, el primer sacerdote venezolano de la Consolata y primer obispo de la congregación en Venezuela. Esta singularidad vocacional, testifica el recorrido histórico de la presencia de nuestros misioneros y rol en la evangelización del pueblo venezolano.

Desde la llegada de los misioneros de la Consolata, en 1970, no se imaginaron que uno de sus misioneros pudiera alcanzar tan alta distinción, ser obispo, como el fruto del acompañamiento y obra del Espíritu de la consolación del carisma de “ad gentes”. En un recorrido de 52 años, se cuenta con tres sacerdotes venezolanos (el mencionado Monseñor y los padres Carlos José Salazar, (de Panaquire, Barlovento, quien sirve al Señor en España) y Dani Antonio Romero Gonzales (de Carapita, Caracas, sirviendo en Angola).

Esta eminencia decidió visitar las tierras Barloventeñas para recordar y revivir su paso por las comunidades afrovenezolanas Barloventeñas, en acción de gracias por su episcopado en las cuatro parroquias: N. Sra. de la Encarnación de Caucagua, San Juan Neponuceno de Tapipa, N. Sra. de Candelaria de Panaquire y Santa Rosa de Lima de El Clavo, todas en la Diócesis de Guarenas.

Finalizada cada Eucaristía Mons. Lisandro se reunió con los fieles para escucharlos, aprovechando la ocasión para animarlos a continuar el trabajo por camino del sinodalidad que vive la iglesia por mandato del Papa Francisco.

Es conveniente resaltar que, en su visita subrayo que Barlovento es parte de su formación como misionero y como obispo, por esta razón se siente parte de la familia y ahora como pastor vino para confirmar y reforzar el camino que la Iglesia de Barlovento está llevando adelante. Dentro de este caminar, señalo que no se podría pensar el camino de la Iglesia como se fuera antes, sino que habría que entenderla a la visión de una iglesia en salida, con el espíritu de las primeras comunidades apostólicas.

Afianzado en lo anterior, invitó a los fieles barloventeños a continuar al proceso de formación por sectorización para crear las comunidades de base, semejantes a otras, como aquellas llevadas en algunos países de África, tales como Kenia, Mozambique y Angola, entre otros, haciendo énfasis en no conformarse con los pequeños grupos organizados hasta ahora, debe transcender a otros ámbitos de formación, como la preparación de líderes o de varios ministerios laicales en beneficio de la Iglesia. En otro orden de idea, insistió en la atención del adulto mayor, siendo necesario la consolidación de una pastoral, cuya finalidad sea la consideración y escucha de las personas de edad avanzada y de los enfermos, manteniéndose de esta manera la comunión y el vínculo familiar, característico de la iglesia doméstica, esto se logra a través de la formación continua de los fieles.

Recalcó la utilidad de la religiosidad popular como elemento evangelizador, sugiriendo el uso de las tradiciones o manifestaciones culturales en el afianzamiento de la fe, así como el reconocimiento del papel preponderante de la madre en la consolidación de la fe en Cristo, el cual no debe declinar o abandonar bajo ninguna circunstancia, buscando siempre la participación de los padres de familias, quienes, en oportunidades no participan para conservar y mantener la fe cristiana católica, donde todos debemos participar activamente comunicando valores a los hijos, contribuyendo al conocimiento de sus raíces y con ello tendremos personas más consciente de su historia y su identidad local, regional y nacional.

* Padre Clemente Madeira, IMC, es missioneiro en Barlovento. Publicado en Vida Nuestra, agosto – septiembre.