Padre Ezio Roattino. Un Misionero inolvidable

La labor misionera del padre Ezio se ha manifestado en su compromiso con los más necesitados. Fotos: IMC Colombia

Un año después de su fallecimiento conmemoramos hoy, 4 de abril al Nasa Pal, Padre Ezio Guadalupe Roattino.

Por Elmer Peláez Epitacio *

Algunas personas, hombres de fe o no creyentes, consiguen dejar tras de sí huellas que ni el tiempo ni el torbellino de la vida cotidiana pueden borrar. Todo lo contrario: igual que un buen vino mejora con el paso de los años el tiempo hace que esas huellas queden cada vez más marcadas, tanto en los corazones como en los acontecimientos concretos que se han podido realizar.

Padre Ezio con los niños de la escuela de Toribio, Colombia

Recordamos al padre Ezio no como un hombre que hacía gestos llamativos, sino como persona que hacía de su Fe un estímulo, un combustible siempre vivo y vital. Él solía llevar la Palabra de Dios allí donde este mensaje extraordinario más podía ser fuente de esperanza, alegría y renacimiento; lo hacía de la manera más sencilla, es decir, con el ejemplo del trabajo cotidiano, con la escucha y el compartir.

El recuerdo del querido Padre Ezio nos trae a la mente la palabra que hace de la Fe algo extraordinario y digno de ser vivido y esta palabra es «Testigo».  Hablamos de una persona extraordinaria en su sencillez, que supo dar su testimonio entre los más necesitados, entre los «últimos», allí donde el dolor exige respuestas concretas.

Recordemos el mensaje evangélico en el que Jesús dice explícitamente que no basta proclamar la Fe de forma sonora y teatral –como hacían los Sumos Sacerdotes– sino con el pequeño gesto cotidiano, la escucha y la capacidad de comprender la necesidad real de los «próximos». Éste es el verdadero camino hacia la santidad.

La celebración de la Santa Misa en la lengua local, como hacía el padre Ezio, ha sido el camino que ha permitido a la población autóctona acercarse más fácilmente al Misterio eucarístico, comprendiéndolo mejor y haciéndose parte integrante del mismo. El resultado de este enfoque ha sido excelente.

El Padre Ezio y el padre Elmer durante celebración en memoria del padre Álvaro Ulcué, asesinado el 10 de noviembre de 1984 en Toribio, Colombia.

La Palabra de Dios puede y debe ser comprensible incluso para los últimos, para los que nunca la han oído, y sólo comprendiendo verdaderamente el extraordinario mensaje que contiene se puede sembrar una Fe consciente y vivida profundamente. Recordemos que Jesús, en su predicación, se expresaba con un lenguaje sencillo, a través de parábolas y así llegaba a todos, no sólo a los instruidos.

La labor misionera del padre Ezio se ha manifestado en su compromiso en defensa de poblaciones históricamente explotadas, pisoteadas y afectadas por intereses económicos concebidos lejos de ellas y siempre en su contra. La historia del colonialismo habla claramente de genocidio, robo y explotación de los recursos económicos, en defensa de los intereses de unos pocos.

Una entrevista al padre Ezio Roattino realizada por el padre Angelo Casadei en 1990

El extraordinario mensaje de igualdad que contiene la fe cristiana se convierte así en un gesto concreto por parte de quien supo vivir y transmitir esta verdad. Esto se ve claramente en la vida del padre Ezio: su ejemplo nos sirve de estímulo y punto de referencia a seguir cada día; su persona es merecedora de emulación por parte de quienes optan por ejercer su misión sacerdotal entre los más pobres; su fe –hecha de testimonio, ejemplo y concreción– es un modelo que merece la pena seguir.

* Padre Elmer Peláez Epitacio, Misionero de la Consolata.

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