Padre Francis Muchina: primeras impresiones de la misión en Caracas

El misionero de la Consolata del Kenya, actualmente vicario en la Parroquia San Juaquín y Sant’Ana en Carapita, periferia de Caracas, Venezuela, habla sobre sus primeros pasos en la misión.

Por Fátima y Elizabeth Fune

Por la gracia de Dios, luego de un difícil periodo de acceso a nuestro país de nuevos misioneros de la Consolata, entre otros que han sido destinados a Venezuela, en Carapita hoy día contamos con la presencia del P. Francis Muchina, oriundo de Kenya, el cual se encuentra cumpliendo la función de Párroco interino, en virtud del periodo vacacional que se encuentra disfrutando nuestro actual párroco el P. Rodrick Tumaini.

Quisimos realizarle una pequeña entrevista, que nos permitiera conocer sus primeras impresiones, así como sus expectativas en esta nueva misión que Papá Dios le ha encomendado, teniendo conocimiento que, Venezuela es su primer país de misión como sacerdote, ya que fue ordenado el 27 de septiembre del año 2020, en Toribío, Cauca Colombia, en tiempo de la actual pandemia, imposibilitándole viajar a su país natal para tan importante y emotiva celebración, como lo fue su ordenación sacerdotal.

Panorama del Barrio Carapita en la periferia de Caracas. Foto: Jaime C. Patias

¿Qué sintió o qué pensó en el momento que le destinaron como tierra de misión a Venezuela?

Basado en la información que se maneja con relación a la situación política, social y económica del país, de la cual he tenido mucha cercanía por haber realizado parte de mi formación en Colombia, fue realmente un desafío, me dio miedo. Ir a Venezuela no estaba entre mis opciones de misión. Me llevó tiempo tratando de asimilar esta sorpresa. Después de un tiempo de discernimiento, fui comprendiendo que era la voluntad de Dios que yo fuera a trabajar en un contexto nuevo y diferente de misión. Esto me permitió madurar en la decisión de aceptar y asumir con alegría y mucha esperanza el nuevo reto de estar en un país donde pocos estaban dispuestos a ir.

¿Qué día llegó a Venezuela y si ha tenido la oportunidad de conocer todas las comunidades donde se encuentran sus hermanos misioneros?

Llegué el 07 de diciembre de 2021 pero todavía no he tenido la oportunidad de conocer todas nuestras presencias misioneras. Hasta el momento he podido conocer las misiones que tenemos en la ciudad- capital de Caracas y también he tenido la dicha de visitar la comunidad de Barlovento.

¿Luego de su destinación a Carapita, cuál es la función específica que le indican que va a cumplir dentro de esta comunidad?

La designación que me fue dada es, como Vicario parroquial. Con tan solo dos días en la parroquia, el p. Rodrick, el actual párroco, viajó a su tierra natal para sus bien merecidas vacaciones. Asumí la responsabilidad de acompañar la parroquia con muy poca información y preparación ya que por muchas ocupaciones inevitables no hubo tiempo para la presentación de la comunidad parroquial. Siendo así, me estaba lanzando en un mar sin previo conocimiento de su profundidad.

Misioneros de la Consolata en Venezuela durante visita canónica, diciembre 2021.

¿Cuál fue su reacción ante tan inesperada situación? ¿Qué pensó? ¿Qué sintió?

Sinceramente sentí miedo, algo de incertidumbre, pues tan solo fueron dos días que había compartido con el P. Rodrick, tiempo que no fue suficiente como para explicar con profundidad y detalles sobre la comunidad de Carapita y lo que implicaba asumir tal responsabilidad. Quedando sin más opciones, como lo he hecho en muchas otras ocasiones, puse todo en las manos del Señor, confiando plenamente en su bondad.

¿Durante estos prácticamente dos meses, ¿qué aspectos puede resumirnos sobre todo lo experimentado hasta ahora?

Ha sido muy claro para mí que mi primera tarea es estar cuidadosamente observando, conociendo y acompañando, porque aún no es tiempo de hacer cambios en la parroquia.

Sin negar el miedo y la confusión que en un principio me invadió, conjuntamente teniendo presente la situación de Venezuela, puedo decir que ha sido un gran desafío, siendo esta mi primera misión como sacerdote. He tenido que acercarme a los servidores principales de cada comunidad y conversar con ellos para conocer un poco la realidad de las comunidades y de la parroquia en general. El apoyo de mis hermanos misioneros de la Consolata y comunidades religiosas que trabajan en la parroquia ha sido de gran de importancia.

Siendo vicario parroquial primerizo y además asumiendo la función de párroco interino, he tenido mis muchas primeras veces, discernir y tomar decisiones sobre asuntos que nunca había tratado antes y ameritaba determinaciones inmediatas. He cometido errores, por la inexperiencia, pero gracias a Dios la misma gente ha aceptado y comprendido, porque dicen: “pobre el padre es nuevo, el padre no sabe (risas),”. La gente es muy simpática. Ha sido pan de cada día pedir consejos para situaciones que van surgiendo.

Con Mons. Lisandro Rivas, obispo auxiliar de Caracas

Ha sido realmente un desafío tomar decisiones que no he podido consultar con nadie, es decir, he tenido que responder o responder, la necesidad del momento lo amerita, ahí entra un poco la tolerancia de la gente a mi inexperiencia.

Por otro lado, estoy aquí con el firme propósito de ser feliz aquí y ahora, desde donde estoy y desde lo que hago, construyendo El Reino de Dios, abierto a dejarme sorprender y al aprendizaje.

¿Se ha planteado proyectos, tiene expectativas de lo que será su trabajo misionero en esta parroquia?

No me hago falsas o grandes expectativas para no frustrarme, como bien lo comenté anteriormente, no es tiempo de cambiar, por ahora mi gran compromiso es presencia, observar, conocer y acompañar.

La gente de la comunidad de Carapita es muy buena, acogedora, cercana y servicial. Al mismo tiempo, la comunidad tiene sus desafíos convivenciales que a veces no permite que haya mejoría. Es una periferia urbana que carga con su bagaje de situaciones delicadas, sociales, religiosas, políticas, económicas…en fin. Paso a paso voy conociendo la realidad de mi nueva casa.

Centro José Allamano de la Parroquia de Carapita ofrece alimentación para niños del barrio. Foto: Jaime C. Patias

Por favor sus palabras para finalizar la entrevista.

Agradecido inmensamente a Dios por este nuevo desafío que se ha convertido en una gran oportunidad de cuestionarme, arriesgarme, aprender, crecer.  Hasta ahora siento que se han afianzado algunas cualidades que humildemente están en crecimiento, como por ejemplo la capacidad de escucha, el discernimiento, el atrevimiento y creo que cuando llegué el párroco a retomar sus funciones, mi aporte será mucho mayor, porque he podido aprender y crecer mucho en medio de confusiones, miedo y tomando riesgos en la toma de decisiones.

Gracias por la oportunidad que ustedes me dan de expresarme y pido sus oraciones para poder vivir esta experiencia de la mejor manera posible en este caminar, recordándoles que “Dios es bueno, todo el tiempo y todo el tiempo Dios en Bueno.” (Es una frase que le ha hecho célebre en Carapita.) Dios les bendiga.

Y así se da por concluida la entrevista con nuestro vicario y párroco suplente el P. Francis, le encomendamos en nuestras oraciones.

* Fátima y Elizabeth Fune, son agentes de pastoral en Carapita. Entrevista publicada en la Revista Digital “Vida Nuestra”, Abril 2022.

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