
El grupo de misioneros de la Consolata, reunido en Roma para el curso de formación continua con motivo de su jubileo, el 17 de septiembre de 2025 emprendió una peregrinación de tres días a Turín, cuna de San José Allamano.
Por Deogratias Makei Mlay *
Turín, en el norte de Italia, tiene un gran significado para San José Allamano y para los misioneros de la Consolata en general. La ciudad alberga el Santuario de la Consolata, donde el Fundador ejerció su ministerio sacerdotal y se inspiró para fundar los dos Institutos. Es también el lugar de descanso de San José Allamano, enterrado en la iglesia dedicada a él, junto a la Casa Madre.

El objetivo de la peregrinación fue permitir al grupo de misioneros seguir los pasos del Fundador y compartir no solo su profunda espiritualidad, sino también el contexto religioso, cultural y político en el que vivió San José Allamano (1851-1926).
Al llegar a Turín, el grupo visitó la tumba del Fundador y ofreció una oración de acción de gracias. La peregrinación continuó por importantes lugares históricos, como Castelnuovo Don Bosco, cuna de San José Allamano; la Iglesia de San Andrés, donde fue bautizado y celebró su primera misa poco después de su ordenación; y la casa de San José Cafasso, su tío. El grupo visitó y celebró una misa de acción de gracias en la casa natal del Fundador. Para muchos misioneros, era la primera vez que visitaban los lugares históricos de la Congregación.
El grupo describió la experiencia como profundamente conmovedora y enriquecedora. Además, los misioneros se sintieron especialmente conmovidos por la tierra que vio nacer a tantos santos: San Juan Bosco, San José Cafasso, San José Benito Cottolengo, así como otros como San Leonardo Murialdo, Santo Domingo Savio y San Pier Giorgio Frassati.

Otro momento significativo de la peregrinación fue la visita a Alpignano (foto superior), hogar de misioneros ancianos que dedicaron gran parte de su vida a las misiones, proclamando el Evangelio. El grupo celebró la misa con ellos y disfrutó de un momento de convivencia, compartiendo comidas y recibiendo palabras de aliento de sus hermanos mayores.
El padre Roberto Sibilia, quien sirvió durante muchos años en Kenia, dijo: «Estoy celebrando 60 años de sacerdocio, pero lo que me anima es ver a jóvenes misioneros como ustedes detrás de mí celebrando 25 años de ordenación o vida religiosa. Esto me da valor, porque el anuncio del Evangelio que trajimos ha dado fruto, y la obra misionera que dejamos atrás, ahora la continúan las nuevas generaciones. Demos gracias a Dios».
Recordando los orígenes y la profundidad espiritual del Padre Fundador, el grupo también visitó la Catedral de Turín, donde se conserva el Santo Sudario, la Iglesia de San Lorenzo y otros edificios históricos de la ciudad.
El domingo 21 de septiembre de 2025, antes de continuar su viaje de regreso a Roma, el grupo celebró una Misa de Acción de Gracias ante la tumba de San José Allamano, presidida por el Padre Ottone Cantore. «Su presencia aquí es una profunda expresión de gratitud al Fundador», comentó el biblista.
El grupo de misioneros encontró esta experiencia muy enriquecedora, y todos se sintieron renovados por haber realizado una peregrinación tan histórica siguiendo los pasos de San José Allamano.
* Padre Deogratias Makei Mlay, IMC, misionero en Tanzania.
