Ucrania: Padre Luca Bovio, portador de paz y esperanza

La ciudad de Kiev es la nueva dirección del padre Luca Bovio, misionero de la Consolata nombrado el pasado 25 de marzo director nacional de las recién constituidas Obras Misionales Pontificias de Ucrania.

Por Jaime C. Patias *

Originario de Milán, Italia, el padre Luca Bovio, que desde 2008 presta servicio en Polonia, donde era secretario de la Unión Misionera Pontificia, conoce bien la situación en Ucrania. El misionero ha visitado el país decenas de veces desde el inicio de la guerra, llevando ayuda humanitaria a la población afectada. Ahora deberá iniciar los trabajos de la Dirección Nacional de las POM en una realidad profundamente misionera.

En este video, el padre Luca habla de su nueva misión en un país devastado por la guerra.

Padre Luca Bovio, IMC, primer director nacional de las OMP en Ucrania, es recibido por el Papa León XIV en Roma. Foto: Vatican Media

«También nosotros, desde Polonia, como misioneros de la Consolata, estamos comprometidos a llevar consuelo a este pueblo tan castigado por la guerra. Han sido muchos los viajes y proyectos que hemos seguido apoyando gracias también a vuestra contribución», explica el padre Luca. «Ahora, esta nueva realidad que está comenzando por primera vez en el país nos planteará retos aún mayores, que estamos dispuestos a afrontar dando lo mejor de nosotros mismos. La situación no es fácil y el nacimiento de las POM en Ucrania quiere ser, ante todo, un signo de esperanza».

El propio Papa está al frente del Dicasterio para la Evangelización y «queremos tratar de llevar la unidad y la paz. Esas dos palabras clave que, al comienzo de su pontificado, el papa León XIV repite a menudo y nos indica a todos», dice el padre Luca mientras agradece el apoyo y la generosidad de todos.

El misionero también invita a rezar por Ucrania y por la paz en el mundo. Hay que «rezar por las personas involucradas en estos proyectos porque no es fácil trabajar en un contexto de guerra; esta oración nos da esperanza».

El padre Luca Bovio recuerda que las POM están presentes en más de 120 países y tienen básicamente dos objetivos. «El primero es de naturaleza formativa y para nosotros, los misioneros, está claro: despertar la conciencia misionera en cada bautizado. Redescubrir en uno mismo la alegría de ser anunciador del Evangelio y portador de esperanza».

El segundo objetivo es «el de la caridad, de la solidaridad, tan importante en un mundo en el que vivimos con grandes disparidades e injusticias económicas. Intentamos crear una gran red universal, católica. Si un país tiene necesidades, las POM se ocupan de su pobreza, de sus heridas que hay que curar a nivel local, pero sin encerrarse en ellas, es decir, teniendo siempre una mirada más amplia, universal. Estas colectas que se realizan en la Jornada Misionera Mundial en el mes de octubre tienen como objetivo abrir nuestra mirada, pero también nuestra generosidad, a las situaciones de sufrimiento lejanas».

Este año, el padre Luca participó por primera vez en la Asamblea General de las POM en Roma. «Es una experiencia muy enriquecedora encontrarse con hermanos y hermanas de todo el mundo. Así es posible confrontarse y conocer realidades lejanas de nosotros».

En el marco de esta Asamblea siempre se prevé un encuentro con el Santo Padre, que este año coincide con el inicio del pontificado del papa León XIV. «Recordemos que él también fue misionero en Perú durante muchos años y ya ha expresado en varias ocasiones su pasión misionera, su ser misionero sin duda influirá en su pontificado. Reunirnos como misioneros ha sido realmente una alegría y también una riqueza».

El padre Luca cuenta que, cuando se presentó como nuevo director de las POM en Ucrania, el papa León le dijo: «¡Ánimo! Sed fuertes en este país y seguid llevando esta buena noticia, esta esperanza».

Los misioneros de la Consolata colaboran a menudo en muchos países con las POM. «Yo no soy el primer caso. Hemos tenido muchos directores y colaboradores en todo el mundo. Por lo tanto, debemos sentirnos parte de una única misión que nos une».

En este servicio, «siento mucho la cercanía y la protección de nuestra Madre Consolata y de nuestro Fundador, San José Allamano. Atravesar Ucrania en este momento significa encontrar personas que sufren, pero también ver esta gracia que nos llega de nuestro Fundador. Ya he prometido que las reliquias del Fundador serán llevadas a la catedral de Zaporiza y allí serán veneradas por los fieles. Podemos estar seguros de que la presencia de San José Allamano será fuente de gracia para esos pueblos que tanto necesitan paz y consuelo».

El padre Luca Bovio concluye repitiendo los mismos deseos de paz que expresó el papa León en sus primeras palabras tras su elección. «La paz de Cristo Resucitado esté con vosotros. Que esta paz llegue también a Ucrania».

* Padre Jaime C. Patias, IMC, Oficina de Comunicación.

Contenido relacionado