Venezuela: Padre Innocent celebra 7° aniversario Sacerdotal

Los Misioneros de la Consolata en Venezuela se alegran con el padre congolés Innocent Bakwanama, imc, ordenado el 14 de enero de 2014.

Por Innocent Bakwanama *

Me ordené sacerdote en mi parroquia natal Nuestra Señora de Lourdes de Obongoni, diócesis de Wamba, situado en noreste de la República Democrática del Congo, por la imposición de las manos de Monseñor Javier Kataka, obispo local.

Este día de celebración fue vivido en un clima de meditación pero sobre todo de gratitud por el amor misericordioso de Dios en mi vida. Por la confianza que Dios depositó en mi humilde persona. Por haberme escogido y llamado a tomar parte del sacerdocio ministerial e eterno, según Melquisedec. Un día para recordar toda mi trayectoria de vida, empezando desde mi familia biología hasta mi familia religiosa y misionera.

Jornada de oración y reflexión

La jornada inició con la oración de laudes, teniendo como intención principal pedir por mi sacerdocio.

Durante toda la jornada, no dejaba de recibir varios y lindos mensajes de felicitaciones, afectos, agradecimientos, cercanías, apoyos, ánimos y bendiciones.

Entre los mensajes, uno recordaba el numeral 7, que tiene varios significados. Eso me llevó a reflexionar e ir a buscar algunos de eses significados, fundamentados en la Biblia.

En Éxodo 25,37 se refiere a las siete lámparas que posee el candelabro del tabernáculo; en Levítico 23,3, siete son los días de la semana hebrea; en Apocalipsis 1,20 se refiere a las siete estrellas, siete candelabros de oro que son las siete son las iglesias; un libro sellado con siete sellos (Apocalipsis 5,1); se entregaban siete trompetas a los siete ángeles (Apocalipsis 8,2); etc.

Hoy, con el número siete hago referencia a mi sétimo aniversario sacerdotal, siete sacramentos, siete dones del Espíritu Santo, siete frases de Jesucristo en la Cruz, siete días de la semana, un numero referentes al perdón cuando Pedro le pregunta a Jesús cuantas veces debe perdonar (Mateo 18,21-23); etc.

Por lo tanto, para mi siete es un número de perfección; un detalle que no me dejó indiferente. Más allá del número que puede ser tema de discusión por diversidad de opinión, lo más importante para mí es la gratitud a Dios por estos años que me ha permitido estar a su servicio.

Eucaristía

Por la tarde, celebramos la santa eucaristía. Utilicé los mismos vestidos con los cuales fui ordenado. Los guardo con mucho cuidado porque los considero fuente fiel que me recuerda siempre lo que viví y sentí en aquel día. A veces cuando me siento débil, estos ornamentos me ayudan a renovar mi compromiso con el Señor. Eso lo compartí con los seminaristas, como parte de mi experiencia vocacional y sacerdotal. Las lecturas del día coincidieron con el aniversario.

En la primera lectura tirada de (Hebreos 5, 1-4) nos habla del Sumo Sacerdote, escogido entre los hombres para ofrecer dones y sacrificios por los pecados. El Salmo 109 dice: Tú eres Sacerdote eterno, según el rito de Melquisedec. El Evangelio según San Marcos 2, 18-22, nos dice que no hay necesidad de ayunar teniendo el novio presente y al vino nuevo odres nuevos. Estas lecturas por si solas resumieron mi aniversario sacerdotal, porque fui escogido entre los hombres, siendo uno de ellos.

Comunidad formativa IMC en Caracas
Compartir la mesa

Pasamos a la cena. La comunidad formativa en Caracas, donde trabajo, optó por hacerme una gran sorpresa, trayéndome una de mis gastronomías más favoritas. Se trata de cachapa, queso blanco y el chicharrón. Fue gratificante ver como cada uno de los formandos daba lo mejor de sí para que sea la fiesta de la comunidad formativa. Les agradezco a todos ellos por el cariño manifestado a mi humilde persona.

Que el Señor nos permita celebrar mucho más en el futuro, deseando que algún día ellos también puedan llegar a ser sacerdotes, misioneros de la Consolata.

* Padre Innocent Bakwangama, imc, natural de la R. D. Congo, es misionero en Venezuela.

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