“Águila en Vuelo”: los 85 años del Pal Ezio Roattino Guadalupe

Cumpliendo 85 años de edad este día 19 de noviembre, el misionero de la Consolata tiene 56 años de vida sacerdotal y alcanza a percibir las cosas desde arriba, como las águilas, con su espiritualidad en el encuentro cotidiano con el Señor: en el rezo de la Liturgia de las Horas, en la Eucaristía vivida y celebrada todos los días, y en el encuentro con sus hermanos del pueblo Nasa.

Por Elmer Peláez *

Nacido el 19 de noviembre de 1935 en Isola D’Istria, en este tiempo parte de Italia, pero que actualmente es territorio de Eslovenia, el P. Ezio Roattino entró al Seminario de la Consolata en noviembre de 1958. Cuenta que le dieron el libro de Santa Teresita del Niño Jesús, y siempre se inspiró en el texto de Deuteronomio 32,10: “El Señor lo guió, lo instruyó, lo cuidó, como a las niñas de sus ojos. El Señor lo condujo como el águila que despliega sus alas para llevar sus polluelos”.  Fue ordenado sacerdote el 19 de diciembre de 1964 en Pie Monte.  Su primera misa, fue presidida en el santuario de la niña María, en Mondoví – Italia.

En los años 70 salió del continente europeo con otros cuatro misioneros de la Consolata: Antonio Bonanomi, Salvador Mura, Sergio Gruppo, Vicente Pellegrino. Cuatro de ellos vinieron de avión a Colombia, excepto el padre Salvador Mura que vino en un barco por miedo a las alturas.

Pal Ezio Roattino Guadalupe – Foto: Elmer Pelaez imc

La mitad de su vida trabajó (hasta hoy), con las comunidades originarias de su amada Colombia, especialmente con el pueblo Nasa. Conoció y compartió el trabajo pastoral del padre Álvaro Ulcué, sacerdote indígena Nasa asesinado en 1984, y el padre Antonio Bonanomi, misionero de la Consolata fallecido en 2018, cuyo legado sigue impulsando desde la parroquia San Juan Bautista, de Toribío – Cauca.

Hechos claves de su vida

Ezio quiere decir “el que da una explicación”.  Significado que descubrió en una peregrinación que realizó al santuario de Medjugorje. Con la misión que nace del significado de su nombre, muchos todavía acuden a la parroquia para una consulta, consejo o alguna explicación de los sucesos que pasan en la vida.  Tiene una interpretación de la realidad, bajo la metodología latinoamericana de ver, juzgar y actuar.

P. Ezio vivió la Segunda Guerra Mundial. Según él, ha vivido en el conflicto armado en el Cauca, lo mismo del 20 de septiembre de 1943, día en que los rezagos de la violencia nazi le arrebataron a uno de sus grandes amigos de la infancia: Stefano. Ezio tenía apenas 7 años y su amigo 6 años. Esto sucedió cerca de su casa, mientras jugaba enfrente del patio de la casa.

En su buena memoria, reconstruye desde los bombardeos atómicos de 1945 en Hiroshima y Nagasaki, a finales de la Segunda Guerra Mundial, hasta la transmisión de la Chiva-Bomba en Toribío, Cauca, que se incrustó en la pared de la cocina de la casa cural, el día 09 de julio de 2011. Queda de recuerdo parte de la Chiva Bomba en los pasillos de la Parroquia San Juan Bautista, donde se conservan los nombres de los fallecidos y heridos por la tragedia.

Pal Ezio con indígena Nasa. Al fondo la foto del padre Alvaro Ulcué – Foto: Elmer Peláez imc

También siempre recuerda el 10 de noviembre de 1984, cuando a las 9 de mañana recibió la triste noticia que al padre Álvaro Ulcué Chocué, su amigo, lo habían asesinado los paramilitares en Santander de Quilichao. Estando en Bogotá, viaja inmediatamente para acompañar en la pascua a su gran amigo y hermano de misión. La última semana estuvieron juntos y realmente fue una partida que marcó lo vida. Ya que fue el primer sacerdote católico indígena del Cauca y su mejor amigo, junto con el padre Antonio Bonanomi, su hermano de la Consolata.

Algunos signos que marcan la imagen del padre Ezio

Biblia en Nasa Yuwee

Cuando se ama, se estudia la lengua del ser querido, y se comparte lo que acontece con él: así aprendió la lengua Nasa Yuwee. No ha habido otro idioma, dialecto o forma de comunicarse más sagrada para él que la que lo ha conectado con los ancestros de una tierra, que, aunque no lo vio nacer, lo adoptó como si fuese hijo de su vientre.

Para el indígena hablar en su lengua materna es la mejor manera de integrarse en la comunidad. En esta realidad, el Padre Ezio es más Nasa que italiano. Con este espíritu, hizo la traducción de la Sagrada Escritura a la lengua indígena, para que llegara la Palabra viva a la comunidad en su propio idioma. También a la gente le gusta confesarse en su propio idioma, que el padre Ezio lo habla perfectamente. Sus consejos lo hacen de esa manera, sobre todo cuando las personas lo requieren.

Anillo

Estando en la misión en la Amazonía, donde los misioneros de la Consolata tenemos presencia, el obispo Casaldáliga (que en paz descanse), promovía la colaboración a los indígenas en la compra de los anillos de madera (anillo de tucum). Desde esa fecha, usa el anillo negro que tiene en su mano izquierda. “Este anillo muestra que yo me casé; me casé con una causa y esa causa son los indígenas colombianos, brasileños y amazónicos”. Compromiso que es latente en su vida y testimonio.

La cruz de Tao

Esta cruz fue usada por San Francisco de Asís, con la frase que hoy el Papa Francisco ha visibilizado: “Fratelli Tutti” (hermanos todos). El padre Ezio siempre la lleva en su pecho, recordando que todos somos hermanos. Es el ultimo signo alfabético y del ser pequeño, motivo que el Papa Francisco lo hace suyo. El Padre Ezio afirma que lo porta “como signo de los pequeños”.

Pal Ezio Roattino Guadalupe – Foto: Elmer Pelaez imc
A modo de conclusión

Al celebrar el 19 de noviembre de 2020 sus 85 años, agradece a Dios por los 31.025 días de misionero con la presencia evidente del amor de Dios. Este año cumplió 56 años de vida sacerdotal y afirma que lo más bonito que le ha pasado en todo ese tiempo es comprobar que realmente existe la misericordia y la salvación de un Dios cercano.

* Diác. Elmer Peláez Epitacio, imc, es misionero en Toribio.

Contenido relacionado