Apertura de los 50 años de presencia de la Consolata en Venezuela

Fotos de la Celebración Eucarística: Archivo IMC Venezuela

En la fiesta de la Virgen de Guadalupe, celebrada el 12 de diciembre de 2020, los Misioneros de la Consolata de la Delegación Venezuela realizaron dos importantes conmemoraciones: la apertura de los cincuenta años de presencia en el país y el cierre del Bienio Vocacional.

Por Innocent Bakwangama *

El bienio vocacional inició el 16 de febrero de 2019 y se concluyó el 12 de diciembre de 2020 en los países donde los misioneros de la Consolata se hacen presentes en el continente americano (Argentina, Brasil, Canadá, Colombia, Ecuador, Estados Unidos, México, Perú y Venezuela). Fue un tiempo de gracia, donde la Delegación Venezuela trabajó con niños, jóvenes y adultos en las diferentes comunidades para reavivar el don que cada uno ha recibido en el día de su bautismo (cf. 2 Tim 1, 6).

Por otra parte, se realizó la apertura del año jubilar, recordando que el 12 de diciembre de 1970 el padre Giovanni Vespertini, imc, llegó a Venezuela, inicialmente en la diócesis de Trujillo, asumiendo la parroquia de la Quebrada, situada en medio de las montañas a 20km de la ciudad de Valera. Se quiere agradecer a Dios por las bodas de oro de la llegada de los misioneros de la Consolata en Venezuela, por el coraje y ardor misionero de los misioneros que trajeron las primeras huellas como hijos de la Consolata en estas tierras bolivarianas.

Celebrando en comunidad

Por la pandemia del Covid-19, se tornó imposible que se reunieran todos los misioneros que trabajan en Venezuela. Sin embargo, como decisión de la Asamblea de la Delegación, cada misionero celebró estas fiestas antemencionadas en su comunidad local, siendo que las comunidades más cercanas las celebraran juntos. Fue el caso de las comunidades de Caracas, conformada por la Casa Regional, la casa formativa y la parroquia de Carapita, donde cerca de 40 personas nos reunimos en la sede parroquial de San Joaquín y Sant’Ana.

La Eucaristía fue presidida por padre Vilson Jochem, imc, uno de los más antiguos misioneros que llegó en Venezuela. En su homilía, recordó a la comunidad el carisma de los misioneros de la Consolata que es la misión Ad Gentes, destacando la “fuerza del Espíritu que sopla donde quiere”, refiriéndose a los primeros misioneros que llegaron como hijos pródigos, pero que de allí fueron “reabrazados” por la congregación y así se fue abriendo el camino misionero, transformando así un “NO” a un “SI”.

P. Vilson concluyó invitando la comunidad parroquial, donde actuamos en los últimos 21 años como Consolata a reavivar el espíritu misionero. Los concelebrantes fueron los padres Beni Nzungaloet’s, Rodrick Minja y Juan Carlos Greco. Este último compartió el testimonio misionero comparando la vocación a un árbol sembrado y que necesita de agua para crecer, sino se seca y muere. Concluyó invitando a la comunidad a acompañar los seminaristas presentes para que sigan respondiendo al llamado de Dios a la misión ad gentes.

La Eucaristía misionera estuvo ornamentada por diversos símbolos misioneros. Los cantos también fueron misioneros y en seis idiomas (español, francés, inglés, italiano, portugués y warao), cantados por la comunidad formativa. Al finalizar la celebración se entonó un canto de acción de gracias llamado “Gracias Señor por reavivar el don que hay en nosotros”, compuesto por padre Innocent.

P. Innocent Bakwangama M., imc, natural de la R.D. Congo, es misionero en Venezuela

Contenido relacionado