
La Comunidad de fe, que habita en el barrio que lleva su nombre y tantos otros vinculados espiritualmente al Santuario de Nuestra Señora de Fátima, en Manizales, han iniciado, desde muy temprano (05:00am), actos, ritos y celebraciones, como conclusión de su preparación para la Fiesta Patronal y dentro del marco de la Fiesta Litúrgica de la Virgen, allá en Fátima – Portugal y en todo el mundo católico.
* Paula Andrea Martínez
Han pasado ya, algo más de 68 años desde que la devoción a Nuestra Señora de Fátima se arraigó en los corazones manizaleños, tras la llegada de su imagen, en 1953, al barrio que hoy lleva su nombre, gracias a la gestión del Padre Gerardo Bottacín, Misionero de la Consolata italiano, venido de Etiopia, soñando con un Santuario dedicado a su nombre, adquirió la estatua allá en el mismo lugar de sus apariciones, Fátima – Portugal, por medio Rodrigo López, con quien, además, organizaron su traslado a la ciudad de Manizales, cosa que para la época se convertía en una verdadera odisea, particularmente debido la precariedad de las comunicaciones intercontinentales.
Por su parte, la construcción del Santuario tuvo sus inicios en el año 1957, con la participación de la gente de los alrededores y de otros lugares. Allí fue constituida una Parroquia, el 8 de julio de 1961, con su primer Párroco, el mismo Padre Bottacín y su templo consagrado como Santuario el 15 de agosto de 1986, por Mons. José de Jesús Pimiento.

Son muchos los feligreses que día a día, especialmente los días 13 de cada mes y, más aún, la fecha de su fiesta, se acercan al templo con el objetivo de elevar sus plegarias a la Madre Santa, orar por la salud de los enfermos y la conversión de los pecadores, a través de la Eucaristía, la celebración del Sacramento del Perdón y la Reconciliación, del rezo del Rosario, la vivencia del Vía Crucis y de otras expresiones de fe popular.
¿Quién es Nuestra Señora de Fátima?
Nos cuanta su historia, recordada cada 13 de mayo en el mundo católico, la primera de sus seis apariciones a tres pastorcitos: Lucía, Francisco y Jacinta, en Cova da Iría (Portugal), en 1917.
La Virgen habría encomendado a los niños, que por allí pastoreaban sus ovejas, visitar el lugar de su aparición el 13 de cada mes, a la misma hora. Pidiéndoles de rezar el Rosario por la paz del mundo y revelándoles la muerte temprana de Francisco y Jacinta quienes, efectivamente, murieron en 1919 y 1920 respectivamente.
Sumado a esto María les habría revelado un secreto que, sería dado a conocer al mundo en tres partes: la primera de ellas, una visión del infierno que evidenciaría los sufrimientos a los cuales se enfrentarían las personas que merecieran ese destino; la segunda parte, develaría el comienzo de la Segunda Guerra Mundial; por su parte, el tercer fragmento del secreto, suele ser relacionado al atentado propinado en contra del Papa Juan Pablo II, al tratarse de un profecía en que un obispo vestido de blanco sería asesinado en circunstancias específicas, sin embargo hay quienes difieren de esta coincidencia.

En la actualidad
Para nadie es oculto que las dinámicas relacionadas a la pandemia de la Covid -19 han afectado a todos los sectores de la sociedad, incluida la Iglesia. Hace algunos años la fiesta de Nuestra Señora de Fátima congregaba cientos de personas vecinas y peregrinas en la capital caldense, al ritmo del popular canto “El 13 de mayo la virgen María”. Hoy, debido a las restricciones de movilidad y alojamiento, a los protocolos de bioseguridad implementados en el país y a las multitudinarias y, muchas veces, violentas movilizaciones sociales, la fiesta está siendo realizada con muchas restricciones, pero no con menos fervor.
Todos los seguidores y seguidoras del Seños Jesús estamos convocados a este Santuario de Manizales y a los demás, esparcidos por el mundo, incluidos los domésticos, cada familia, para orar y discernir lo que debemos hacer en esta hora de confusión y “hacer lo que Él nos diga”, como orienta María a los servidores de la Boda de la humanidad, en todos los tiempos.
* Paula Andrea Martínez es Comunicadora Social