¡FUERA DE LOS POBRES NO HAY SALVACIÓN!

El Cardenal de Bogotá, José Luis Rueda Aparicio, presenta el libro “Escuchemos a los pobres. Aportes para una Antropologia del pobre” del P. Federico Carrasquilla, de Medellín.

Pedro Pierre*

La frase del título es de monseñor Oscar Romero, obispo de San Salvador, asesinado en 1980 por el gobierno de extrema derecha de ese entonces. Fue el defensor del Pueblo de los pobres de El Salvador.

Política en el continente de la desigualdad

En Argentina la mayoría de los votantes al elegir un nuevo presidente votaron por el ultraderechista Xavier Milei, con más de 11 puntos de ventajas sobre el otro candidato peronista. El diario argentina Página 12 nos explica que los últimos gobiernos peronistas no supieron revertir la pobreza que sobrepasa el 50% de la población: “La dolorosa mayoría que votó por Milei y lo hizo presidente, no sabe qué votó… Se nos hielan las venas: nuestro país será un laboratorio fascista en el que la crueldad y la estupidez serán celebradas, y perseguidos los cuadros políticos populares.”

Parece que la misma afirmación se puede aplicar a la elección de Daniel Noboa en Ecuador. “La población no sabe qué votó”. Allí está el origen de la votación en los 2 países: los peronistas en Argentina y la Revolución Ciudadana en Ecuador no ayudó la población a ‘saber qué votar’… a diferencia de Brasil, Colombia, Honduras, México, Venezuela y Cuba… donde la población aprendió ‘qué votar’.

En Argentina y Ecuador los pobres quedaron marginados, librados a su mala suerte, empobreciendo cada vez más, sin tener protagonismo en las decisiones del país: los gobiernos progresistas no supieron integrar a los pobres en sus agendas económicas y políticas.

Los pobres ‘no saben qué votar’ porque son marginados, empobrecidos y sin formación política porque estos gobiernos los marginan, no detienen su empobrecimiento, no colaboran al despertar de una conciencia crítica ni los incluyen en sus planes de gobierno. Y nos hundimos cada vez más: “¡Fuera de los pobres no hay salvación!”

Los pobres en la Iglesia de Jesucristo

Jóvenes de la Iglesia Católica en busca de los pobres, con la Iglesia

Al nivel eclesial pasa lo mismo a pesar del compromiso de una minoría de obispos latinoamericanos de la Iglesia de los pobres.

Desde el Concilio Vaticano 2° celebrado en Roma en 1962-65, no dejan de repetirnos que ‘No hay construcción del Reino, es decir, de una fraternidad universal sin el protagonismo de los pobres. No hay conversión a Jesucristo sin conversión a los pobres’. Es lo que ha descubierto poco a poco la Iglesia de los pobres de América Latina.

Esta Iglesia de los pobres ha nacido bajo el impulso del papa Juan 23 que decía en 1961 al convocar el Concilio Vaticano 2°: “La Iglesia es de todos, pero más particularmente es la Iglesia de los pobres”. En esta línea decía el cardinal Lercaro: “Los pobres deben ser el tema de este Concilio”. Algo se logró gracias a los obispos latinoamericanos que, en el Concilio se habían unidos en un grupo llamado “Iglesia de los pobres”.

Al final del Concilio hicieron una celebración de despedida en la catacumba Santa Domitila de Roma donde se comprometían a “ser una Iglesia pobre al servicio de la liberación de los pobres”.

Luego estos obispos se reunieron en la 2ª Conferencia Episcopal Latinoamericana en Medellín, Colombia, en 1968. Al analizar la realidad latinoamericana se dieron cuento que el mayor problema era la pobreza que calificaron como “empobrecimiento”, situación que exigía a la Iglesia “solidarizarse” con los más desfavorecido.

Once años después lo confirmaron en su 3ª Conferencia Episcopal en Puebla, México: “La pobreza no es una etapa casual… Encuentra su origen y apoyo en mecanismos que, al nivel continental producen ricos cada vez más ricos a costa de pobres cada vez pobres… Afirmamos la necesidad de conversión de toda la Iglesia para una opción preferencial por los pobres, con miras a su liberación integral… (que consiste en) aceptar y asumir la causa de los pobres, como si estuvieran aceptando y asumiendo su propia causa, la causa misma de Cristo.”

Los pobres en sinodalidad

Encuentro de corazones, corazonando: Agua (vida), Pan (alimento), Lazo (amistad)

Para lograr estos propósitos, el papa Francisco está encaminando la Iglesia católica hacia la sinodalidad, es decir, unirse todos los bautizados en Igualdad y responsabilidad a servicio del Reino cuyos pobres son los herederos y los protagonistas. “La fe, la esperanza y el amor necesariamente nos empujan hacia esta preferencia por los más necesitados, que va más allá de la pura necesaria asistencia… dijo el papa en la Jornada Mundial por los pobres. Si hay estructuras sociales enfermas que les impiden soñar por el futuro, tenemos que trabajar juntos para sanarlas, para cambiarlas.”

Conclusión

¡Fuera de los pobres no hay salvación… ni en la sociedad, ni en la Iglesia! Lo dijo monseñor Oscar Romero ha hace 50 años. La Iglesia de los pobres lo repite y a eso se compromete desde 60 años y lo pagó con miles de mártires en todo el continente. Los pobres lo siguen pagando por decenas de miles cada año… ¿Cuántos años más habrá que esperar? ¿Cuántas decenas de miles más de muertes entre los pobres habrá que contabilizar? … antes de decidir a solidarizarnos con los pobres y con sus causas para que despiertan a una conciencia crítica, a una visión alternativa de la política y de la economía, a una organización nacional, a una verdadera revolución ciudadana… con los cristianos solidarios y insertos en la construcción de esta nueva sociedad. “O servimos la vida del Pueblo o somos cómplice de su muerte. En esto no hay posible neutralidad”, decía monseñor Leonidas Proaño. Es tiempo de optar por las causas de los pobres.

*Pedro Pierre Riouffrait, sacerdote diocesano nacido en Francia en 1942, misionero en el Ecuador desde 1976.