José Allamano en la Arquidiócesis de Bucaramanga

Siempre hay, en las Iglesias particulares, obispos y sacerdotes como el Fundador de los Misioneros/as de la Consolata, excelentes, creativos evangelizadores y al mismo tiempo, animadores y promotores de iniciativas para hacer presencia “más allá” de sus fronteras diocesanas o parroquiales.

Equipo de comunicación*

Las Iglesias son creadas con los ministerios, carismas, estructuras, recursos y espiritualidad necesarias y suficientes para evangelizar en sus territorios (ad intra), sin perder su dimensión misionera universal, católica (ad gentes).

Todo sacerdote, diocesano o no, es ordenado para evangelizar entre las gentes de sus alrededores (parroquias o comunidades de fe), abiertas a los más pobres, alejados (periferias) y mirar el mundo entero con responsabilidad, dispuesto siempre a ir más allá, organizar y facilitar para que otros vayan a anunciar el Reino, hasta los confines del mundo.

Así vivió José Allamano su ministerio y su misión. Monseñor Ismael Rueda, su admirador, lo reconoce y por eso lo quiere en su Iglesia local para que anime a sus comunidades, parroquias e instituciones diversas, ministros y laicos en general, a asumir la misión más allá de sus fronteras (ad gentes), con alegría, sencillez, preparación y disponibilidad.

Allamano en Colombia

Lo reconocemos, porque nos inspira, con su estilo, espíritu y método, como Formador – Educador. Lo hace en las Comunidades Formativas de la Teología, la Filosofía y el Propedéutico, lo mismo que en el Colegio Bilingüe José Allamano, reconocido por la Excelencia (“el bien, bien hecho”) con Certificación Modelo Europeo E.F.Q.M.   

Lo reconocemos como Párroco – Pastor con conciencia misionera, fiel y perseverante. Durante 46 años, como Rector del Santuario de la Consolata, en Turín, fue mucho lo que hizo localmente, guiado con su método binario de promoción humana – social y anuncio explicito de la Buena Nueva.

Así lo reconocen las Iglesias Particulares, como en el caso de la Arquidiócesis de Bogotá, dedicando una Parroquia con su nombre, en el barrio Galán. La Arquidiócesis de Bucaramanga, haciendo lo mismo en el barrio Monterredondo, como lo testimonia su Arzobispo en la homilía de la misa de constitución de la nueva parroquia y posesión del nuevo párroco.

Lo reconocemos como Animador Misionero Vocacional, en y desde el Santuario de la Consolata, del Convitto Eclesiástico o Centro de Formación del clero joven de la Provincia del Piamonte, adjunto al Santuario de la Consolata.

Igualmente como Rector del Santuario de San Ignacio en las colinas de Lanzo turinés, adjunto al cual también había una Casa de Ejercicios ignacianos, administrada por él. Inspira, entonces, a los administradores y animadores del Centro de Misión y Culturas – CAM, que también lleva su nombre, en el barrio Modelia de la Capital de la República colombiana.

Equipo de Comunicación de los Misioneros de la Consolata, Región Colombia