La misión como visita

Monseñor Joaquín Pinzón y el P. Fernando Florez, a manteles, en el Refugio

La visita es un componente de nuestra experiencia humana. Es un dato antropológico que se reviste de características particulares en cada tiempo y lugar, de acuerdo con las culturas, los pueblos y las sociedades, convirtiéndose así en un hecho cultural.

Salvador Medina*

En la Biblia Dios es presentado, muchas veces, como el que visita y consuela a su pueblo con buenas noticias de liberación y paz. Jesús es la mejor expresión de la visita de Dios a la humanidad y después de Él se siguen las visitas de sus discípulos misioneros, enviados hasta los confines del mundo y el final de los tiempos.

En ese marco de referencia encuadramos el ministerio de Mons. Joaquín Pinzón y todos los misioneros que lo acompañan en el Vicariato de Puerto Leguizamo Solano, en los territorios amazónicos del Caquetá y el Putumayo, en las fronteras con el Ecuador y el Perú.

Un visitador que acompaña y promueve

Visita de Mons. Joaquin Pinzon a Campo Alegre, Solano Caquetá

Un visitador, acompañado, que distribuye dones

El joven seminarista Alfredo Cortés narra la visita (24 de agosto) al Refugio, territorio ancestral del Putumayo, valiéndose de tres verbos: Continuar, comulgar y confirmar.

P. Alejandro Charry, sacerdote indígena murui, celebrando el sacramento del Perdón y la reconciliación, con gente de su pueblo nativo

Continuar: el don (regalo) de la fe, “fueron 3 bautismos los que se celebraron. Y fueron también, tres vidas, las que se consagraron a Dios mediante tan sentido Sacramento. Ojalá sus padres los animen a continuar los planes de Aquel, que quiso hacer morada en sus pequeños corazones”.

Sacramento del bautismo

Comulgar: el don (regalo) de la comunión, “10 fueron los que se hicieron uno con Jesús al recibir su Cuerpo y su Sangre. Espero que los canónicos, no me tilden de hereje, por tal afirmación. Pasada la misa, vino la mesa y todos comimos del único y verdadero sancocho patronal.

Confirmar: el don (regalo) del Espíritu, “5 jóvenes indígenas, hombres y mujeres, como debe ser todo en nuestra amada Iglesia, recibieron la plenitud del Espíritu Santo en la mañana de este jueves. Monseñor Joaquín, escuchó sus consentimientos y los confirmó, signándolos con el aceite santo que humedece las frentes de los que desean seguir de cerca al Señor”.

Sacramento de la Confirmación

“Presidió la celebración Monseñor Joaquín y lo acompañaron en el altar los Padres Fernando y Alejandro, misioneros de rostro amazónico que acompañan los procesos de fe en estos territorios aledaños al río Putumayo”.

*Salvador Medina, misionero de la Consolata, con la colaboración del Vicariato de Puerto Leguizamo Solano