El domingo (09/04) estuve en Tierra Colorada, el cerro donde vive nuestra comunidad Tseltal. Está a una hora y media de carro de nuestra parroquia en Tuxtla Gutierrez, México.
Por Ramón Lázaro *
En comunidad hemos hablado de impulsar nuestra presencia con este pueblo originario porque hasta ahora prácticamente hemos hecho lo mismo que con las otras capillas y esto no puede seguir así: yo ya he leído tres veces el evangelio en su lengua (con mi acento de Zartagoza) y ellos ya leen en su lengua porque hasta ahora lo hacían siempre en español.
Tras la eucaristía hice una junta con ellos en la que estuvimos platicando de los desafíos que tienen: el acceso por la carretera, el drama del agua, el bajo nivel escolar, la ausencia de sistemas de salud, el desarraigo cultural (porque son desplazados de Tenejapa, un municipio de San Cristóbal de las Casas), la precariedad económica a pesar del excelente café que producen, la cantidad de personas sin documentos de identidad y sin actas de nacimiento, el desafío ecológico (porque están en una reserva natural con la promesa de que serán reubicados y llevan más de 30 años esperando esa reubicación)..
Pero lo que más me llamó la atención fue la profunda división que hay a causa de las identidades religiosas: católicos y protestantes sobretodo. Hasta el punto que la Asociación de de Padres se Familia estaba de acuerdo para mejorar la carretera y otros se opusieron por razones que no llegué a entender más allá de esa profunda división de la que hay entre ellos.
Dentro de un par de semanas vamos a hacer una junta con los líderes de nuestra comunidad y de la parroquia para que esta opción por los pueblos originarios no sea de los Misioneros sino de toda la comunidad. A ver si vamos caminando juntos, sinodalmente.
Ayer por la mañana estuve con el responsable de la Pastoral de pueblos originarios de la diócesis, que es de la comunidad zoque, y se mostró encantado por nuestra iniciativa porque dice que hay muy poca sensibilidad en este sentido. Caminando en comunión, lentamente pero intuyendo el camino. Apasionado por la vida digna.
Ayer fue un día relevante para nuestro compromiso con el pueblo originario Tseltal de nuestra parroquia. Hicimos una reunión de discernimiento comunitario sobre nuestra presencia en esta comunidad.
Estuvimos presentes la responsable laica de la parroquia, los responsables de la comunidad Tseltal, su líder hasta hace un mes, un matrimonio Tseltal que vive en Tuxtla y es originario de esta comunidad, la mujer de uno de los líderes de la comunidad, un líder de la Pastoral Social de la parroquia, el líder del grupo de universitarios y profesionales de la parroquia, el responsable diocesano de pueblos originarios, el párroco y yo.
Estuvimos sensibilizándonos sobre la singularidad de su presencia en nuestra parroquia. Intercambiamos ideas sobre la importancia de la formación humana y cristiana. Así como la importancia de tener pláticas diferenciadas para niños, para varones y para mujeres para poder profundizar mejor algunos temas. La importancia que su cultura encuentre un lugar para expresarse en la parroquia y en la diócesis…
Fue un primer paso. De momento, yo estoy yendo los primeros y terceros domingos de mes con la perspectiva que las estancias puedan ser más prolongadas. Fue un minúsculo paso para la humanidad pero un primer gran paso para nosotros.
* Padre Ramón Lázaro, IMC, misionero español en México.
