
Nacemos para vivir. Vivimos muriendo, para resucitar. Resucitamos para no morir más. Esta es nuestra fe, esta nuestra esperanza. ¡Vive Gildo para siempre! Gracias por tu presencia aquí y allá.
Por Redacción *
“Se fue muy rápido Gildo, que descanse en paz”
Esta fue la exclamación de su compañero Michael Yiga. Pienso que tiene razón, muy joven, con apenas 37 años y el tiquete aéreo en las manos para viajar a su tierra, junto a su familia, de vacaciones.

El segundo entre los cinco hijos de una familia cristianamente constituida, en la que la mamá Nita siempre fue catequista y el papá Carlos educador, en varias localidades y parroquias de la Provincia del Niassa, en Mozambique. “Que noticia tan devastadora nos han hecho llegar con la inesperada partida de Leovigildo (Gildo), exclamó Monseñor Wiston Mosquera Moreno de la diócesis de Quibdó, en el Chocó colombiano. Toda nuestra solidaridad para la comunidad de la Consolata y la familia del querido Gildo. Desde nuestra Diócesis de Quibdó, nos unimos en oración por este hermano, por el Ekobio, por el amigo. Pudimos compartir buenos instantes en Puerto Escondido en el EPA realizado en esa localidad de la República Mexicana. Paz y bien para todos”.
Sacerdote misionero de la Consolata
Era de la Consolata desde su nacimiento, “nací y crecí” junto a los misioneros de la Consolata, afirma él mismo. Cuando llegó la hora de decidir su camino vocacional hacia el futuro, después de terminar su formación básica, decidió incorporarse a la Familia misionera de la Consolata. Estudió la filosofía, vivió su Noviciado y emitió su primera Profesión Religiosa en el 26 de diciembre de 2012, en Maputo.
Vea también: P. Venanzio Mwangi y P. Gabriel Armando en entrevista para medio de comunicación regional.

Destinado a Colombia, se dedicó al estudio del español y la Teología, en la Universidad Javeriana de Bogotá. Finalizados los estudios básicos para el sacerdocio, fue enviado al Puerto de Buenaventura. Inserto en el mundo de los pobres y la Pastoral Afrodescendiente, emitió su Profesión Religiosa “ad vitam”, por toda la vida, el 12 de mayo de 2017. Recibió, de manos de Monseñor Héctor Epalza Quintero, el ministerio del Diaconado, el 13 de mayo de 2017. A los dos años, regresando a su tierra natal para sus vacaciones y la Ordenación Sacerdotal, la recibió en Cuamba el 29 de septiembre de 2019, de manos del Obispo Atanásio Amisse Canira. Después de las fiestas respectivas, volvió a su lugar de misión, como Vicario en la Parroquia San Martín de Porres y Director Diocesano de la Pastoral Afro, en la diócesis de Buenaventura del Pacífico colombiano.
Todo transcurrió muy rápido, en verdad. Poco más de un año de Ministerio en la Parroquia Inmaculado Corazón de María, como párroco, recibe la visita de la hermana muerte el 25 de mayo de este año jubilar 2025 y centenario de San José Allamano. Como susurró alguna anciana de la comunidad: “Ya estaba preparado”, que descanse en paz.

* Oficina de Comunicaciones, IMC Colombia