Sor Pina del Core: El formador y el autocuidado

Sor Pina del Core, miembro del Instituto de las Hijas de María Auxiliadora (FMA). Fotos: Jaime C. Patias

Cuidarse para acompañar el crecimiento de los demás. Este fue el tema del estudio dirigido por Sor Pina del Core, FMA, el viernes 6 de septiembre, en el curso de formación permanente para formadores del Instituto Misiones Consolata de Roma.

Por Marcelo De Losa y Jaime C. Patias *

Sor Pina del Core fue decana de la Pontificia Facultad de Ciencias de la Educación ‘Auxilium’ de Roma durante nueve años. Es psicóloga y psicoterapeuta con una larga experiencia de trabajo en el campo de la educación y la formación. El 19 de enero de 2021, el Papa Francisco nombró a Sor Pina del Core Consultora de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica.

En este vídeo (en italiano) realizado por la Secretaría de la Comunicación, Sor Pina del Core afirma que «en el contexto actual de complejidad y cambio, es necesario repensar la formación y, por tanto, también la figura del formador, que desempeña una tarea clave en el proceso formativo, punto de referencia crucial para el futuro de las nuevas generaciones que acceden a la Vida Consagrada». Según la religiosa, en el corazón de la formación «está la figura del formador y de la comunidad formativa».

El tema ofreció la oportunidad de reflexionar sobre el perfil y el papel del formador en la estructura personal y las modalidades de la formación hoy. «Hay requisitos especiales para el formador, no sólo el de la competencia intelectual, sino también el conocimiento de sus recursos personales y la capacidad de vivir con sus propias fragilidades y vulnerabilidades», explicó la hermana Pina.

«El formador es una persona clave llamada a comprender las exigencias del seguimiento de Cristo en la misión ad gentes. Por lo tanto, debe tener una identidad clara para comunicar el carisma a los jóvenes», recordó la religiosa.

Sor Pina también señaló que «hay puntos críticos que debemos tener en cuenta para el discernimiento vocacional y el acompañamiento. El formador no es psicólogo ni puede serlo, pero muchas veces se encuentra operando como tal. En cualquier caso, se requiere una gran atención, discernimiento, prudencia, cuidado y amor».

A nivel operativo, es importante que haya un ambiente comunitario de libertad que permita la decisión y el discernimiento. Se trata de tomar la formación con sus propias manos en un ambiente que no sea ni demasiado permisivo ni demasiado rígido».

Luego añadió la formadora: «Una de las dificultades de una autoridad es la falta de confianza, la dificultad de creer en las personas que se le confían: en ese caso caemos en el peligro de la autorreferencialidad o de crear dependencia».

A continuación, la Hermana Pina habló del «modelo de autoridad generadora». Es la paternidad capaz de generar el sentido de la vida y ayuda a madurar y expresar la propia identidad. Al fomentar la dimensión más profunda del ser humano la formación se transforma así en algo generativo que tiene en el centro de todo la relación y el cuidado de las personas, la escucha activa y participativa, y la confianza mutua».

Otros aspectos desarrollados durante la jornada fueron la autonomía, la confianza, la libertad y la responsabilidad en las comunidades de formación.

* Padre Marcelo De Losa, formador en el CAF de Buenos Aires y Padre Jaime C. Patias, Secretariado de Comunicación.

Contenido relacionado