El Superior General de los Misioneros de la Consolata, padre James Bhola Lengarin, celebró sus 25 años de ordenación sacerdotal con una vibrante y alegre eucaristía de acción de gracias en la Misión Católica de Wamba, su parroquia natal, en la Diócesis de Maralal – Kenia.
Por Adolphe Mulengezi *
La celebración, el domingo 11 de agosto de 2024, fue un momento significativo en la vida del P. Lengarin, que ha servido a la Iglesia con inquebrantable dedicación en varios países, entre ellos Kenia e Italia.
El P. James nació el 15 de abril de 1971 en Maralal, sede administrativa del distrito Samburu, Kenia. Su camino hacia el sacerdocio comenzó en 1990, cuando ingresó al Instituto de los Misioneros de la Consolata, congregación conocida por su carisma de la misión ad-gentes, la evangelización y la promoción humana. Tras años de rigurosa formación humana y espiritual, emitió sus primeros votos religiosos en 1994. Fue ordenado sacerdote el 18 de julio de 1999, precisamente en la Misión Católica de Wamba, el mismo lugar donde, 25 años más tarde, celebraría sus bodas de plata.
La celebración fue un acontecimiento vibrante y profundamente emotivo, al que asistieron numerosos Misioneros de la Consolata, sacerdotes diocesanos y religiosas de diversas congregaciones. Los cristianos de la diócesis de Maralal, especialmente los de la misión católica de Wamba, se unieron a los de las diócesis vecinas para expresar su gratitud a Dios, junto al padre James, por su servicio. El ambiente se llenó de alegría, con danzas tradicionales y cantos de alabanza que resonaban en el recinto.
En su homilía, P. James, reflexionó sobre la esencia de su vocación, destacando la naturaleza divina de su llamada. “Muchos de los que estamos aquí somos cristianos; aceptamos la Palabra de Dios a través del bautismo que recibimos, y por eso hemos venido aquí a dar gracias a Dios. Es Dios quien ha llamado y la llamada le pertenece a Él, no a un ser humano”, dijo. “Por eso Él nos llama y nos envía donde quiere. Nos llama a ser instrumentos de amor y consolación para nuestros hermanos y hermanas”.
A continuación, destacó las diversas formas en que las personas sirven a Dios en la Iglesia, ya sea como catequistas, hermanas, sacerdotes o hermanos, todos unidos en la misión de hacer la voluntad de Dios. Recordó a la comunidad la importancia de responder a la llamada de Dios con un corazón dispuesto, diciendo: “Cuando recibimos la llamada de Dios, debemos responder siempre: ‘Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad’. Esta respuesta debe acompañarnos siempre, guiándonos para cumplir la voluntad de Aquel que nos ha llamado”.
Al concluir su homilía, el P. James, reafirmó su compromiso con su misión, declarando: “Soy un embajador de Cristo, y por eso debo estar dispuesto a ir y predicar la buena nueva a todo el mundo consolando a nuestros hermanos y hermanas a los que soy enviado”.
La celebración de los 25 años de sacerdocio del padre James Bhola Lengarin no fue sólo un hecho personal, sino también una expresión comunitaria de fe y gratitud, que puso de manifiesto el entusiasta espíritu de la comunidad cristiana de la diócesis de Maralal. El acontecimiento fue un grande recuerdo del impacto perdurable de una vida dedicada al servicio de Dios y de la alegría que supone responder a Su llamada.
* Hno. Adolphe Mulengezi, IMC, es congoleño y estudia Comunicación en Roma, Italia.
