El 14 de junio de 1948 llegaron los primeros Misioneros de la Consolata a Boa Vista, en el norte de la Amazonia brasileña. En las décadas siguientes, la misión de la Congregación fue creciendo con nuevas presencias y acciones misioneras en la Amazonia colombiana, venezolana, ecuatoriana y peruana.
Por Julio Caldeira IMC *
El primer grupo de Misioneros de la Consolata llegó a Boa Vista, entonces capital del Territorio Federal de Río Branco y actual estado de Roraima, el 14 de junio de 1948 para sustituir a los monjes benedictinos. Los pioneros fueron José Nepote Fus, administrador apostólico de la Prelatura, Mario Chiabrera, Zeferino Fastro, Antônio Maffei, Marcos Lonatti y Ricardo Silvestri.
Nuevo estilo de misión
A partir de 1948, “los misioneros y misioneras de la Consolata, llegados en 1949, iniciaron un nuevo estilo de trabajo evangelizador”, subraya el texto de la historia de los 300 años de la Iglesia en Roraima.
Los misioneros, sacerdotes y hermanos, y las misioneras se dedicaron a la evangelización y a la promoción humana, formando líderes cristianos, construyendo iglesias, casas de misión, escuelas, hospitales y otras estructuras.
Es importante destacar que una de las acciones prioritarias de toda esta historia fue el acercamiento y acompañamiento a los pueblos indígenas presentes en la región, realizado en diferentes partes, para responder a las necesidades y nuevas sensibilidades pastorales, acompañando toda la organización del movimiento indígena. Este acompañamiento fue decisivo en la demarcación y homologación de Tierras Indígenas como el Territorio Indígena São Marcos (1991), el Territorio Indígena Yanomami (1992) y el Territorio Indígena Raposa Serra do Sol (2005).
La historia de los 75 años de presencia de la Consolata en Roraima es inspiradora y muestra el sentido de misión encarnado en la realidad, como testimonio profético comprometido con la defensa de los pueblos indígenas frente a la invasión de mineros, ganaderos y agricultores. Servilio Conti (1915-2014) y monseñor Aldo Mongiano (1919 – 2021), junto con muchos misioneros, fueron importantes para que los pueblos indígenas recuperaran su dignidad.
La Consolata en la Pan-Amazonía
En las décadas siguientes, este camino misionero iniciado en Brasil fue ganando nuevas presencias y acciones misioneras en la Amazonia colombiana (1951), venezolana (2006), ecuatoriana (2008) y peruana (2011).
En este camino, los Misioneros de la Consolata han formado parte de la historia y de los procesos locales, nacionales y panamazónicos, entre los que han llevado a participar en el proceso de fundación de la Red Eclesial Panamazónica (REPAM) en 2014.
Diversas prácticas, reflexiones y encuentros han favorecido que la opción por la Amazonia y sus pueblos, principalmente los indígenas, se haya confirmado como parte concreta del “Proyecto Misionero para el Continente Americano” de los Misioneros de la Consolata, elaborado en 2018.
Así, en este jubileo, los Misioneros de la Consolata recuerdan con gratitud el camino recorrido, celebran con alegría este momento y proyectan con esperanza el futuro de nuestra misión en la Amazonia.
* Julio Caldeira es misionero de la Consolata en la Amazonía
