Evangelio del III Domingo del Tiempo Ordinario

San Marcos 1, 14-20

«Síganme, y yo los haré pescadores de hombres». Inmediatamente, ellos dejaron sus redes y lo siguieron.

Reflexionemos:

Jesús: Habiendo vivido la experiencia del bautismo y las tentaciones, se presenta entre la gente. Así como contemplativo, observa lo que está ocurriendo y va aprendiendo dónde centrar su misión.

Los primeros discípulos: Aparecen sorprendidos en sus trabajos cotidianos y solo se convierten en discípulos cuando abandonan sus ocupaciones y siguen a Jesús.

Serlo hoy: Es responder a su llamada y seguirlo, vincularse a su persona, dejarse acompañar por Él, e identificarse con su estilo de vida.

Preguntas:

¿Qué te impide hoy escuchar la voz de Jesús? ¿Por qué no te atrapa su llamada?

Oremos:

Jesús, enséñanos a ser auténticos discípulos que abrazan con amor las exigencias del seguimiento, para disfrutar y trabajar de corazón en tu misión.

Recuerda:

Para el Reino anunciar a Jesús debes escuchar.

Por P. Danilo Caraballo, imc, misionero en Argentina

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