Evangelio del V Domingo del Tiempo Ordinario

San Marcos     1, 29-39

Jesús curó a muchos enfermos, que sufrían de diversos males, y expulsó a muchos demonios.

Reflexionemos:

Hoy Jesús: Sale de la sinagoga, rompe todas las reglas, entra en las casas, toca a enfermos y sale a las puertas para liberar a las personas de sus males. Se solidariza con sus miserias.

Sabe retirarse: Lo que Jesús dice o hace para romper la experiencia del dolor brota de su relación/comunión con el Padre, en ÉL encuentra la fuerza poderosa que lo impulsa a llevar el evangelio por todos los pueblos.

Pregunta:

¿Qué sentido le das a la vida cuando experimentas el mal? ¿Cómo das cabida a Jesús para que te ayude a enfrentar el sufrimiento?

Oremos:

Jesús enséñanos a ver en el sufrimiento la oportunidad de un encuentro contigo y con fe sólida creer que te acercas para sanar heridas y darle sentido a nuestras vidas.

Recuerda:

La debilidad de Dios somos los débiles… Él no se goza del mal.

Por P. Danilo Caraballo, imc, misionero en Argentina

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