Mensaje del Superior General por la fiesta de la Consolata

En su tradicional carta por la fiesta del 20 de junio, el padre Stefano Camerlengo imc, reflexiona acerca de la consolación, que es esperanza, responsabilidad, presencia y compromiso.

Por Julio Caldeira imc

El mensaje dirigido a los misioneros, misioneras, familiares, amigos y bienhechores, recuerda que “celebramos la fiesta de nuestra querida Consolata todavía preocupados por la pandemia y sus consecuencias: mucha fragilidad, miedo al futuro, crisis social y económica, aumento de la pobreza y de los pobres, desestabilización e incertidumbre mundial en la política y también en la Iglesia”.

A seguir, invita a “dirigirnos a nuestra querida Madre e implorar de ella una fe más fuerte, una caridad más comprometida y una mayor esperanza de aprender, de ser consolados, a consolar”.

En este contexto, reflexiona acerca de la consolación, en sus cuatro dimensiones visibles en este tiempo que vivimos: esperanza, responsabilidad, presencia y compromiso.

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Después de reflexionar cada una de las dimensiones, el padre Stefano concluye el mensaje recordando las palabras del profeta Isaias 40,1ss: “Consolad, consolad a mi pueblo, hablad al corazón de nuestras comunidades, de nuestra gente, de nuestros pueblos…” y proponiendo una oración a la Virgen Consolata:

¡Oh, dulce Madre Consolata,
vuelve tu mirada a nuestro Instituto, a la Iglesia,
a nuestros pueblos, a las familias, a los ancianos, cada vez más solos,
a los jóvenes y, sobre todo, a los pobres!
Míranos, dulce Madre Consolata,
míranos como sólo una Madre sabe hacer!
¡Míranos y bendícenos,
anímanos,
protégenos,
cuídanos!
¡Amén!

En preparación a la fiesta de Nuestra Señora Consolata, se realiza la novena del 11 al 19 de junio. Acompañe con nosotros y rece cada día de la novena a la Virgen Consolata aquí.

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