Cardenal Claudio Hummes, amigo de los pobres y profeta de la Amazonía

Card. Hummes en la celebración del Pacto de las Catacumbas por la Casa Común, octubre 2019

Hombre de la esperanza, alegría y sencillez, siempre inspiró por su amor a Jesús, a la Iglesia, a la Amazonia y a los pobres. Con profunda esperanza y convicción de fe, vivió y enseñó el camino hacia Jesús, con el anuncio del Reino de Dios a través de obras concretas.

Texto y fotos: Júlio Caldeira imc

Nacido en Montenegro, actual ciudad de Salvador do Sul – RS (Brasil), el 8 de agosto de 1934, Aury Afonso Hummes (nombre civil de Dom Claudio, como le gustaba que le llamaran) hizo su profesión religiosa en 1953, como franciscano menor (OFM) y fue ordenado sacerdote en 1958.

En 1975 fue nombrado por San Pablo VI obispo de Santo André – SP, donde permaneció 21 años, siguiendo de cerca el movimiento obrero en Brasil, incluida la huelga general de los metalúrgicos del ABC a finales de los años 70, y trabajando en la lucha contra la pobreza y el desempleo. Nombrado en 1996 arzobispo de Fortaleza – CE, también se distinguió por su trabajo con las familias, especialmente las más pobres y en dificultades.

En 1998 fue nombrado arzobispo de São Paulo, la mayor ciudad del país. Se le recuerda por su constante labor en la formación, evangelización, administración y acción social para paliar los problemas causados por la pobreza en las periferias y por el desempleo. En 2001 fue designado cardenal por el Papa San Juan Pablo II.

De 2006 a 2010 fue Prefecto de la Congregación para el Clero en el Vaticano, donde enfrentó a cuestiones difíciles y estuvo a cargo del Año Sacerdotal 2009-2010.

Asamblea de la CEAMA, diciembre 2021 – Foto: Luciney Martins/O São Paulo

Tras su renuncia por límite de edad, regresó a Brasil, donde en 2011 aceptó el reto de presidir la Comisión Especial para la Amazonia brasileña de la CNBB (Conferencia Nacional de los Obispos de Brasil). En los años siguientes fue decisivo para la creación de la Red Eclesial Panamazónica (REPAM), en 2014, y de la Conferencia Eclesial Amazónica (CEAMA), en 2020, de las cuales fue el primer presidente. En 2019 fue nombrado por el Papa Francisco como relator general del Sínodo de la Amazonia.

En sus últimos meses, con la salud ya debilitada por el cáncer de pulmón, llevó una vida de oración y, después de combatir el buen combate y mantener la santidad y la fe, partió al encuentro de Dios, a quien amó y servió. Murió en su casa de Sao Paulo, el 4 de julio de 2022, tras una larga vida, ejemplar y con muchas obras.

No te olvides de los pobres

Dom Claudio nos deja un legado de amor a Cristo, a la Iglesia y a los pobres. Se le recuerda como un amigo y el que inspiró al cardenal Mario Bergoglio a tomar el nombre de Francisco cuando fue elegido Papa en 2014.

“En la elección, tuve a mi lado al arzobispo emérito de San Paulo, el cardenal Claudio Hummes: ¡un gran amigo, un gran amigo! Cuando la cosa se ponía un poco peligrosa, él me confortaba. Cuando los votos subieron a los dos tercios, hubo el acostumbrado aplauso, porque había sido elegido. Y él me abrazó, me besó, y me dijo: ‘No te olvides de los pobres’. Eso entró en mi cabeza. De inmediato, en relación con los pobres, he pensado en Francisco de Asís”, dijo el papa Francisco.

Papa Francisco y Card. Claudio en la Asamblea del Sínodo Amazónico en 2019

Este gesto no fue casual. Como buen franciscano, Dom Claudio hizo eco en su escudo episcopal de las palabras de Jesús vividas por San Francisco de Asís: “Omnes vos fratres” (Todos son hermanos): “Cuando uno adhiere a Jesucristo, la consecuencia inmediata es la preocupación por los hermanos”, dijo.

Su vida estuvo siempre marcada por la preocupación por sus hermanos y hermanas, “especialmente por nuestros hermanos más pobres y desfavorecidos”. Sea en las ciudades, metrópolis o interior de la Amazonia, su pensamiento, reflexión, trabajo y oración siempre tuvo presente la situación de tantos hermanos y hermanas marginados, menos afortunados y “descartados” por la sociedad.

Compromiso con la Amazonia y sus pueblos

Otro importante legado de Dom Cláudio es su preocupación y cuidado por la casa común, especialmente por la Amazonia y los pueblos originarios.

“Dom Cláudio se mostraba como un pastor sencillo y firme para expresar sus convicciones de fe y sus opciones claras en favor de los más pobres y olvidados. Su amor y pasión era toda la creación de Dios, su opción preferencial por la Amazonía y sus pueblos originarios” (Cardenal Pedro Barreto, presidente de REPAM y CEAMA)

En este trabajo en la Amazonia de los nueve países, siempre ha fomentado una mayor articulación y protagonismo de las comunidades y pueblos, la acción articulada de la Iglesia en la escucha del clamor de los pueblos y de la naturaleza, así como en la denuncia de la violación de los derechos de la naturaleza, de los pueblos y de los territorios amazónicos. Estas se plasman en las actividades prioritarias de la Red Eclesial Panamazónica y son recordadas por los agentes de pastoral y muchos pueblos indígenas.

Card. Hummes en el primer encuentro de la REPAM con los pueblos amazónicos, en 2016

Gregorio Mirabal, presidente de la COICA, la confederación indígena que coordina las organizaciones indígenas de la cuenca panamazónica, y que participó en el Sínodo, se hace eco de este legado: “el Cardenal Claudio Hummes, a sus 87 años ha volado alto, un gran aliado de las luchas de hombres y mujeres de la Amazonía. Sus luchas lograron hacer realidad el sínodo amazónico, su legado será un reto para la humanidad”.

Su ardor misionero, unido al sueño de la Iglesia y de los pueblos de la Amazonía, hizo posible la celebración de un Sínodo para la Región, convocado por el Papa Francisco. Por primera vez en la historia reciente de la Iglesia, hubo un amplio proceso de escucha que priorizó la voz de los pueblos y del territorio. La unión de los sueños de Dom Claudio, del Papa Francisco y de tantas personas viene dando frutos para los nuevos caminos de la Iglesia y para una ecología integral, no sólo en la Amazonía, sino también para toda la Iglesia.

Las palabras de Mauricio López, ex secretario ejecutivo de la REPAM, resumen mucho de lo que se dice sobre el legado de este gran profeta: “No hay palabras para agradecer por todo lo que es y seguirá siendo para quienes trabajan por otro mundo posible, por una Iglesia más Sinodal, encarnada y con los pueblos”.

Hermano universal

En estas breves líneas he querido recordar a mi gran amigo, “hermano mayor” y maestro Dom Claudio, con quien tuve la gracia de convivir en estos caminos amazónicos desde 2011, como amigo de los pobres y profeta de la Amazonía.

Card. Claudio Hummes con jóvenes indígenas de Ecuador

Siempre insistió, con gran alegría y convicción, en que nunca es demasiado tarde para alcanzar los sueños, especialmente cuando se está unido al proyecto de Dios.

¡Gracias, Dom Claudio! Tu legado de amor a Jesús, a la Iglesia, a la Amazonia y a los pobres sigue vivo y dando frutos. Que desde el cielo siga intercediendo por nosotros.

Fuente: Revista Missões

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