En el Angelus este domingo, 30 de octubre, el Papa Francisco en la Plaza de San Pedro recordó la beatificación de la Madre María Berenice Duque Hencker, fundadora de la Familia de la Anunciación. Religiosa colombiana, nacida en Salamina, Caldas.
Por Jonathan Acuña Paul *
El Papa Francisco luego del comentario al Evangelio del domingo que narra el encuentro entre Jesús y Zaqueo, se refirió a la beatificación diciendo: “Ayer, en Medellín, en Colombia, fue beatificada María Berenice Duque Hencker, fundadora de las Hermanitas de la Anunciación. Dedicó su toda larga vida, concluida en 1993, al servicio de Dios y de los hermanos, especialmente de los más pequeños y de los excluidos. Que su celo apostólico, que la impulsó a llevar el mensaje de Jesús más allá de las fronteras de su país, refuerce en todos el deseo de participar, con la oración y la caridad, en la difusión del Evangelio en el mundo. ¡Un aplauso para la nueva Beata, todos juntos!”
El anuncio realizado por el Papa fue acompañado por la alegría de colombianos y latinoamericanos que en compañía de las Hermanitas de la Anunciación celebraron desde Roma la fiesta de beatificación y que se reencontraran el jueves 24 de noviembre para agradecer el camino de santidad y entrega de la Madre Berenice desde la Basílica San Juan de Fiorentini, celebración que presidirá Monseñor Fabio Fabene, Secretario del Dicasterio de las Causas de los Santos.
La vida de la Beata María Berenice es regalo y don para la Iglesia, que devela una mujer con múltiples facetas:
- Fundadora: inquieta por escuchar las invitaciones de Dios fundó las Hermanitas de la Anunciación (1943), las Hermanas Franciscanas Misioneras de Jesús y María (1957) y el Instituto Religioso Clerical Misioneros de la Anunciación (1965).
- Religiosa: desde los 19 años se consagro en la vida religiosa, primero como Hermana de la Presentación y después al servicio de la familia de la anunciación que Dios le inspiro y en la cual vivió su sensibilidad y compromiso al servicio de los más pobres.
- Educadora: su celo apostólico al servicio de la evangelización y la promoción humana la llevo a ser considerada madre y educadora, madre que desde su humildad vivía con sencillez el evangelio y educadora al preocuparse especialmente por la niñez, la juventud y la familia.
El celo apostólico que hizo arder el corazón de la Madre Berenice, sea hoy invitación para pensar como decía ella que: “El que educa humaniza, el que humaniza evangeliza”.
* Jonathan Acuña Paula, IMC, diácono colombiano partecipa del curso sobre el carisma en Roma.
